ASIA: Contaminación de ríos refleja decadencia urbana

La contaminación de los sistemas fluviales es quizá el signo más notorio de la decadencia urbana en las congestionadas capitales de Tailandia y Filipinas.

Los residentes de Bangkok y Manila ya no pueden bañarse, beber ni comer los pocos peces que sobreviven en los ríos locales, que alguna vez fueron las principales fuentes de agua dulce de las capitales.

"El agua que solíamos beber está ahora contaminada, y ya no la bebemos. Algunos aún se atraven a bañarse y lavar su ropa en el río, pero todos sabemos que ya no está limpio como en el pasado", manifestó Yupa Sonuang, de 45 años, residente en la ribera del río Chaophraya, en Bangkok.

El río Chaophraya, de 380 kilómetros de largo, corre desde el norte de Tailandia hacia el Golfo de Tailandia, pasando por la capital, y al igual que el río Pasig, de 25 kilómetros, que atraviesa la capital de Filipinas, está barroso, maloliente y lleno de desperdicios.

Algunos ambientalistas atribuyen el actual estado de estos ríos a la industrialización y el crecimiento de la población causado por la migración de residentes rurales hacia las capitales, atraídos por la prosperidad comercial de los últimos 10 o 15 años.

La población de Bangkok, por ejemplo, se cuadruplicó al pasar de 2,5 millones en 1988 a 10 millones en 1993. La migración también incrementó la población de Manila, que actualmente se sitúa en ocho millones.

Autoridades municipales afirman que el crecimiento poblacional no fue acompasado con infraestructura ni con un programa de desarrollo social adecuados, dado que en la capital filipina, por ejemplo, hasta un quinto de la población vive en asentamientos precarios, muchos de ellos en las riberas del Pasig.

Como resultado, la prioridad de las autoridades de ambas capitales en relación a la limpieza de los ríos consiste en reducir los desperdicios domésticos, que según estudios son equivalentes a los procedentes de la industria.

Estimaciones iniciales indican que los desechos industriales líquidos, que constituían hasta hace poco tiempo 45 por ciento de los materiales contaminantes del río Pasig, están ahora en disminución.

Más de 2.000 industrias descargan material contaminante al Pasig, pero otro 45 por ciento de la contaminación del río se debe a desechos domésticos líquidos, y el restante 10 por ciento a desperdicios sólidos, según un estudio del Departamento de Ambiente y la consultora danesa Carl Bro International.

"El problema de los desechos líquidos domésticos podría ser uno de los más difíciles de resolver", advierte un informe del Programa de Limpieza del Pasig, integrado por una red de agencias gubernamentales, ambientalistas y empresarios.

En el río Chaophraya, los residuos industriales son responsables por más de 50 por ciento de la contaminación, pero en términos puramente orgánicos, los desperdicios domésticos triplican los de la industria.

Los cambios ocurrieron en los últimos 10 años, afirmó In-na Yuwaree, del Departamento de Control de la Contaminación, dependiente del Ministerio de Ciencia de Tailandia.

Durante la última década, los arrozales que flanqueaban el río fueron sustituidos por viviendas, y ahora "el agua residual de todas esas casas va a parar al río a través de caños", destacó Yuwaree.

Otro factor en el aumento comparativo de los residuos urbanos en los ríos es que en los últimos años la industria manufacturera ha estado sujeta a un constante control de las autoridades.

Los gobiernos municipales argumentan que carecen de los recursos necesarios para establecer programas de control similares en relación a los desechos domésticos. (FIN/IPS/tra-en/pd- js/cpg/ml/en/96)

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