El escándalo por la venta de armas argentinas a Ecuador durante la guerra con Perú, que ya afectó al ministro de Defensa Oscar Camilión, amenazó hoy con llegar hasta Eduardo Menem, hermano del presidente Carlos Menem.
Cada día surgen más evidencias de la participación directa de una empresa del Ministerio de Defensa en el caso de la venta ilegal de armas a Ecuador durante 1995. Pero el gobierno insiste en que lo ignoraba todo y que creyó estar vendiendo el armamento a Venezuela.
Camilión, cada vez más desgastado por los pedidos de renuncia y las sospechas de su responsabilidad política en el contrabando, se resiste a dimitir hasta que el caso se aclare ante la justicia. El presidente Menem lo respalda en forma incondicional.
Esta semana, una auditoría en la empresa Fabricaciones Militares, bajo la órbita de defensa, acusó a los directivos de la companía por el caso. Desde Ecuador, un empresario dedicado a la venta de armas aseguró que esos mismos directivos negociaron con él los términos de la operación.
Los señalados son el interventor de Fabricaciones Militares Luis Sarlenga, actualmente procesado por la justicia, y el director de coordinación empresaria de la misma companía, coronel Edgberto González de la Vega, que fue indagado este jueves y podría quedar procesado también.
En diálogo con el matutino Clarín de Buenos Aires, el dueño de la empresa ecuatoriana Prodefensa Roberto Sassen Van Elsloo, denunció este viernes que negoció personalmente con Sarlenga y de la Vega, quienes le aseguraron que "las mas altas autoridades argentinas" conocían la operación.
Sassen dijo que se trató de "una estafa por mas de siete millones de dólares" y añadió que todo lo que les vendieron "fue basura" debido al mal estado en que se encontraban los fusiles FAL y las municiones adquiridas durante la guerra con Perú, violando así el embargo internacional.
Ecuador compró 8.000 fusiles FAL y 75 toneladas de municiones argentinas, pese a que este país era garante de la paz. El último de los cuatro embarques pagados por adelantado se frustró cuando salió a la luz el caso, en marzo de 1995.
Sassen presionó a los directivos de Fabricaciones Militares para que completen el pedido, pero le respondieron que el escándalo en los medios periodísticos se lo impedía, por lo que ofrecieron armas de Irán, Sudáfrica, México o Rusia y no más argentinas.
Otro testimonio que compromete directamente a Sarlenga y que sugiere una responsabilidad que está por arriba del propio ministro de Defensa es el del ex subsecretario de Patrimonio para la Defensa, Horacio Rodríguez Larreta.
El ex funcionario reveló que Camilión le había pedido la renuncia a Sarlenga a mediados de 1994, cuando supo que se iba a producir una venta de armas argentinas a Liberia, país sospechado de triangular armas a otros destinos según las Naciones Unidas.
La operación se frenó, pero Rodríguez denunció este viernes que Sarlenga pidió un fin de semana para presentar su dimisión y el lunes Camilión le comunicó a Rodríguez que debían dar marcha atrás con el pedido de renuncia, un comportamiento que revela presiones de un "padrino".
Sarlenga es amigo del senador Eduardo Menem y del ex ministro de Economía y de Defensa, Antonio Erman González. Los Menem y Sarlenga trabajaron juntos en la provincia natal del presidente, La Rioja, y luego fue convocado para intervenir la empresa militar.
Cuando Camilión asumió en la cartera de Defensa se vio condicionado a aceptar la permanencia de Sarlenga en la dirección de la fábrica militar. Cuando se le preguntó si Eduardo Menem lo llamó para que no desplace a Sarlenga dijo escuetamente: "el senador nunca me llamó por eso".
Finalmente, se sospecha que los pertrechos embalados para viajar a Liberia fueron los que terminaron en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil meses despúes a pesar del embargo, ya que se trataba de fusiles FAL y de 75 toneladas de municiones.
La venta a Ecuador se realizó falsificando documentos y firmas para simular una venta a Venezuela. Lo mismo había ocurrido con un cargamento argentino que salió de Fabricaciones Militares con destino a Croacia pese al embargo. La venta se realizó con destino figurado a Panamá.
El gobierno responsabilizó primero de la venta a Ecuador a la intermediaria Hayton Trade, cuyo propietario es dueño también de Debrol, la empresa que medió para la venta a Croacia. El dueño de ambas compañías está prófugo.
Sin embargo, las revelaciones de Sassen, que podría ser citado a declarar en Argentina, implican directamente a los responsables de la empresa del área de defensa y no a los intermediarios, como responsables de la triangulación.
"El gobierno no puede seguir diciendo que fue engañado", acusó este viernes el senador Antonio Berongaray, de la opositora Union Cívica Radical, uno de los que pidió el juicio político al ministro de Defensa. (FIN/IPS/mv/dg/ip/96)