ARGENTINA: Director de FMI reaviva polémica sobre ajuste

La visita que desarrolla en Argentina el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, reflotó hoy una polémica sobre los efectos sociales del severo ajuste económico que se aplica en este país.

Camdessus, ferviente partidario del modelo neoliberal de Argentina, admitió que constituye un problema la alta desocupación, de 16,4 por ciento, aunque aconsejó la intensificación de las reformas.

El economista francés recientemente reelecto titular del FMI sostuvo que para combatir el desempleo, que afecta unos tres millones de personas, es ncesaria una mayor «flexibilización laboral», una receta para seguir desmantelando leyes de beneficios de los trabajadores, reclamada por los empresarios.

Expertos dijeron que en Argentina ya existe una flexiblización de hecho, debido a la elasticidad de las normas de contrato ante el temor por una pérdida del empleo, sumada a la derogación de leyes de beneficio laboral, pero ello no se transforma en mayores puestos de trabajo.

Desde el inicio del Plan de Libre Convertibilidad del Peso, en 1991, se perdieron unos 350.000 puestos en la industria argentina, dijo Arnaldo Bocco, economista del centroizquierdista Frente de un País Solidario (Frepaso).

Aunque la producción industrial registró un aumento de 5,3 por ciento en abril pasado comparado con igual mes de 1995, en la medición del primer cuatrimestre de 1996 hubo una baja de 4,3 por ciento respecto del período enero-abril del año pasado, cuando se consignaron las mayores consecuencias de la crisis mexicana.

La pobreza también estuvo presente en la cita sin precedentes entre Camdessus y la cúpula de la Confederación General de Trabajadores (CGT), días después que la televisión mostrara a personas comiendo carne de gato asada en Rosario, la segunda ciudad argentina.

En Argentina, unas dos millones de familias destinan en promedio 160 dólares mensuales para la compra de alimentos, mientras la canasta de alimentos se valúa en 465 pesos, según un estudio de un programa contra la pobreza de la Organización de las Naciones Unidas en Argentina.

Esa cifra cubre los gastos, por ejemplo, sólo de un kilogramo y medio de carne diario de una familia de cuatro miembros.

Otro trabajo reveló que en Buenos Aires, catalogada como una ciudad típica de clase media, los habitantes de cinco de sus barrios integran el lote de los 20 más pobres, en los que se incluyen a los distritos del Gran Buenos Aires, zonas populares densamente pobladas.

En la zona sur de Buenos Aires, el 17,5 por ciento de sus habitantes tiene sus necesidades básicas insatisfechas, según un índice que mide las condiciones de vivienda, hacinamiento y escolaridad.

En total, en la ciudad hay casi 220.000 personas que no cubren esas necesidades, 7,4 por ciento de un total de casi tres millones de habitantes, según datos del estatal Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

Un estudio de la Secretaría de Desarrollo Social de Argentina indicó que en la capital argentina y el Gran Buenos Aires, donde viven 12 millones de personas, la población que está bajo la línea de pobreza pasó de 16,3 por ciento en 1991 a 17,6 por ciento en 1995.

Se considera que están por debajo de la línea de pobreza las personas que no llegan a cubrir los gastos mínimos de una canasta familiar, integrada por alimentos básicos, servicios y educación. (FIN/IPS/of/ag/if/96)

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