Monetario Internacional (FMI), cuyo titular Michel Camdessus se encuentra en esta capital, acepte una flexibilización de los exigentes compromisos para este año. Camdessus se reunió este lunes en Buenos Aires con el presidente Carlos Menem y con el ministro de Economía, Domingo Cavallo, en el marco de una visita de cinco días que comenzó el pasado fin de semana. A la salida de la audiencia, el director-gerente del FMI insistió en la continuidad de las reformas estatales en Argentina, cuya segunda etapa decretó el viernes pasado Menem, 24 horas antes de la llegada del economista francés. La nueva reforma, uno de los principales compromisos con el FMI para la concesión de un préstamo "stand-by" por unos 1.500 millones de dólares y que regirá hasta fines de 1997, prevé una disminución de los gastos estatales por cerca de 3.500 millones de dólares. La iniciativa contempla el despido de unos 20.000 empleados públicos, mientras se estudia el destino de más de un centenar de organismos estatales creados durante la gestión de Cavallo. Argentina está urgida en una postura más flexible del FMI ya que, entre otros motivos, el viernes próximo debe pagar 2.010 millones de dólares por intereses y amortizaciones de su deuda externa, cuando en todo el primer trimestre de este año abonó 2.650 millones de dólares. Esta nación sudamericana afronta un déficit fiscal de unos 500 millones de dólares mensuales. Entre sus variadas exigencias, el FMI admite un desequilibrio de las cuentas públicas de sólo 275 millones de dólares. Según comentaristas, en los tres primeros meses del año el Tesoro logró ajustar sus cuentas con el organismo multilateral por una serie maniobras, como la colocación de bonos por cerca de 4.400 millones de dólares y de ese modo pudo cubrir el déficit fiscal. Sin embargo, aumentan las complicaciones para el resto del año paralelamente al crecimiento de la deuda pública, que ya acumula 95.000 millones de dólares. Para este año se estima un crecimiento de 13.000 millones de dólares de ese endeudamiento, pero en los últimos cinco meses ya se acumularon 11.698 millones. Tras dialogar con Menem y antes de una entrevista con la cúpula de la oficialista Confederación General del Trabajo (CGT), Camdessus admitió su preocupación por el crecimiento de la desocupación, situada en 16,4 por ciento según cifras gubernamentales. En una inédita audiencia, dirigentes de la CGT anticiparon que plantearán al recientemente reelecto titular del FMI su preocupación por el aumento del desempleo y la pobreza. Un estudio divulgado este lunes indica que entre las 20 localidades más pobres de Buenos Aires y sus suburbios densamente poblados, donde radican 12 millones de habitantes, cinco se ubican dentro de la Capital Federal, una ciudad hasta hace poco considerada típica de clase media. El 17,5 por ciento de los habitantes de los barrios del sur de Buenos Aires tienen sus necesidades básicas insatisfechas, un nivel cuatro veces mayor que en los del norte de la ciudad, según datos de la Asociación de Trabajadores del Estado. (FIN/IPS/of/dg/if-pr/96)
