El ministro de Defensa de Argentina, Oscar Caimilón, acorralado por el caso de la venta ilegal de armas a Ecuador durante la guerra con Perú, deberá soportar el martes próximo los embates de senadores de la oposición que vinculan el escándalo con la Presidencia.
El senador de la opositora Unión Cívica Radical Antonio Berongaray denunció este sábado que Camilión, quien se niega a renunciar hasta que la justicia declare su inocencia, "está encubriendo al presidente" Carlos Menem.
En el mismo sentido, la senadora Graciela Fernández Meijide, del también opositor Frente País Solidario, subrayó que "desde la Casa Rosada (sede de la presidencia) se apañó a (Luis) Sarlenga", el único procesado en la causa, por ser titular de Fabricaciones Militares, la empresa que hizo la venta.
En tanto, el senador Antonio Cafiero, del gubernamental Partido Justicialista, consideró que "se ha producido un daño a Perú y alguien tiene que asumirlo".
Cafiero recomendó a Camilión que se aleje del cargo, sin hacer referencia a las aparentes vinculaciones de Sarlenga con el presidente o con su hermano, el senador Eduardo Menem.
Hasta ahora el único procesado en la causa es Sarlenga, que fue presidente del Banco de La Rioja mientras el ahora presidente era gobernador en esa provincia.
De allí pasó a la fábrica militar que está bajo la órbita de Defensa y Camilión "lo heredó" en ese puesto. Actualmente Sarlenga es el principal involucrado en el escándalo y, según una denuncia de funcionarios de inteligencia que circuló este viernes, podría fugarse en los próximos días.
Camilión intentó sin éxito separarlo de ese cargo en 1994 por considerar que no se desempeñaba de la manera esperada, pero esta apreciación de la labor de Sarlenga no fue manifestada hasta ahora por el propio ministro sino por un informal vocero que fue funcionario de su cartera.
Según la versión del ex funcionario, Sarlenga fue confirmado en el cargo por Eduardo Menem en 1994, cuando Camilión le pidió la renuncia por intentar colocar un cargamento de armas en Liberia pese a las recomendaciones en contrario de su ministerio y de la Cancillería.
El ex funcionario que ofició de vocero es Horacio Rodríguez Larreta, encargado entonces del área de producción para la defensa y emisario de Camilión cuando hubo que pedir la dimisión de Sarlenga. Rodríguez Larreta aseguró que Eduardo Menem llamó a Camilión y le dijo que "Sarlenga se tiene que quedar".
El escándalo se desató cuando se conoció que de Fabricaciones Militares salieron armas con supuesto destino a Venezuela, pero que en verdad fueron a Ecuador durante la guerra con Perú, a comienzos de 1995, a pesar del embargo internacional y de que Argentina es garante de la paz entre ambos países desde 1942.
Berongaray consideró que Camilión no puede insistir en que ignoraba que se hubiera producido ese contrabando porque debió saber quién era Sarlenga desde el momento en que le pidió la renuncia en 1994.
El senador sospecha que el ministro está encubriendo nada menos que al presidente Menem al insistir en no renunciar y en su inocencia. "?Quién fue el funcionario que lo obligó a parar la renuncia de Sarlenga en 1994 ?", se preguntó Berongaray en un anticipo de lo que será el martes la requisitoria en el Senado.
Camilión consiguió que la interpelación de los legisladores en pleno se posponga y que primero sea interrogado, el martes, por la comisión de Defensa del Parlamento, entre cuyos miembros está Berongaray.
Eduardo Menem calificó de "mentira total" sus supuestos vínculos con Sarlenga. El hermano del presidente admitió conocer al ex funcionario ahora procesado pero desmintió mantener relaciones con él. "Nunca estuvo en el Senado", dijo, aunque esa no era la pregunta.
Entretanto, el secretario general de la Presidencia Alberto Kohan, quien hasta este sábado acompañó al presidente en su gira por América Central, dijo que Sarlenga "estaba vinculado a todos nosotros, los que hace mucho tiempo estábamos en La Rioja". (FIN/IPS/mv/dg/ip/96).