La Unión Europea (UE) habría suspendido de inmediato sus proyectos de cooperación con Paraguay si en ese país sudamericano se hubiese interrumpido el proceso democrático, afirmó hoy Miguel Anacoreta Correia, director para América Latina en la Comisión Europea.
Los "problemas de Paraguay y de otros países se arreglan en la normalidad democrática y a través de las instituciones que han sido elegidas por el pueblo", declaró Anacoreta Correia a IPS.
La crisis de Paraguay del mes pasado, cuando el ex jefe del Ejército Lino Oviedo amenazó con un gole de Estado, demostró también la importancia del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), cuya diplomacia fue muy activa y ayudó a superar la situación, señaló.
También quedó demostrada que la normalidad democrática es apreciada en América Latina y que la juventud, que en Paraguay salió a las calles a defender la democracia, es "contraria a las salidas antidemocráticas, a los así llamados hombres providenciales", aseguró.
Anacoreta Correia participó en el IV Foro EuroLatinoamericano, realizado en Roma entre este jueves y sábado en el cual tomaron parte expertos europeos y latinoamericanos.
La reunión se centró en el tema de la cooperación económica y política entre la UE y el Mercosur y fue patrocinada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia, país que ejerce actualmente la presidencia semestral rotativa de la Unión.
"La esencia de nuestra cooperación es la llamada cláusula de los derechos humanos y el funcionamiento de la democracia. Si se suspenden, la cooperación europea cesa al día siguiente", destacó el integrante del órgano ejecutivo de la UE.
Todos los acuerdos de cooperación con América Latina comprenden una clásula evolutiva, que permite darles dinamismo, y establecen el principio del respeto de los derechos humanos y el funcionamiento de la democracia, indicó.
La única excepción en la cooperación europea es Cuba, que sólo recibe ayuda humanitaria y cierta asistencia a nivel universitario y en la formación de empresas, pero con ese país no existen las condiciones para un acuerdo de cooperación pese que "se trabajó en ese sentido", precisó.
"Nos gustaría ver más libertad económica, más espacio de participación civil en la sociedad cubana, el pluripartidismo", señaló, aunque aseguró que "algún día" todo ello se alcanzará.
En 1995, el intercambio comercial entre la UE y el Mercosur alcanzó 29.000 millones de dólares, con un saldo favorable a los países sudamericanos en 1.800 millones de dólares.
En 1990, antes de que se formara el bloque sudamericano, el intercambio con los cuatro países que ahora lo integran apenas llegaba a los 10.000 millones de dólares, insistió Anacoreta Correia.
América Latina fue la zona del mundo en que más se expandieron las exportaciones europeas en los dos últimos años, destacó.
El 43 por ciento de la cooperación de la UE se dirige hacia América Central, por razones de solidaridad y para consolidar la paz en el área, un proceso que aún muestra cierta fragilidad, señaló.
El funcionario subrayó que de la Unión Europea proviene 62 por ciento de la cooperación que recibe América Latina. Es una situación anómala, "pero que a nosotros nos da una gran satisfacción", subrayó.
A la UE le "gustaría dar incluso más dinero, pero alcanzando con ello a sólo 30 por ciento de los montos globales de cooperación, y que Estados Unidos y Japón aumentaran su contribución", observó. (FIN/IPS/jp/df/dv-ip/96).