La oficina para América Latina y el Caribe de Consumers International (CI), con sede en esta capital, recomendó hoy a los gobiernos de la región una serie de medidas de resguardo de la población ante el mal de "las vacas locas".
CI propuso eliminar bovinos contaminados con el mal e indemnizar a los ganaderos, prohibir la importación de aninales contaminados con la enfermedad y que se rotule la carne que se vende al público indicando su origen.
Las autoridades, según CI, no deben permitir que los comerciantes etiqueten las carnes como libres de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), si ello no está científicamente confirmado por los respectivos organismos de salud pública.
La EEB, enfermedad conocida como de las vacas locas, está vinculada con la aparición en los humanos de la patología de Creutzfeld-Jakob (CJ), según investigaciones en Gran Bretaña, donde el mal se expandió entre el ganado bovino.
Londres declaró una virtual guerra económica contra los otros 14 países de la Unión Europea (UE), luego de que el organismo continental resolviera mantener el embargo a las exportaciones de bovinos británicos y sus derivados.
Los países de América Latina están parcialmente a salvo del mal de las vacas locas, ya que la mayoría de sus importaciones de carne provienen de la propia región, pero algunos compran a Gran Bretaña semen de bovinos con fines de reproducción.
La oficina regional de CI subrayó que se deben instituir y mantener medidas precautorias en tanto se establecen evidencias científicas definitivas sobre el origen de la enfermedad de CJ, que tiene un largo período de incubación y causa la muerte.
Se debe eliminar la EEB de la cadena alimenticia y si ello requiere el sacrificio de animales "debe pagarse una compensación adecuada para asegurar que las regulaciones sean reforzadas y que la industria ganadera no se enfrente al desastre económico", planteó CI.
La organización mundial de consumidores postula asímismo medidas de carácter internacional, a canalizar a través de la Organización Mundial de la Salud y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Entre las recomendaciones se incluye establecer procedimientos obligatorios de notificación de los casos de EEB en el ganado y CJ en los seres humanos, e igualmente investigar las actuales prácticas de producción intensiva de ganado.
Según científicos y organismos ecologistas, el origen del mal de las vacas locas está en la preparación de compuestos alimenticios para el ganado con desechos orgánicos de ovejas y otros animales.
CI propuso un cuestionario básico de ocho puntos, para hacer diagnósticos por países sobre su exposición a la EEB y las medidas de precaución de los gobiernos, así como de la información que estos entregan al respecto a los consumidores.
CI, organización internacional no gubernamental con sede central en Londres, es el mayor conglomerado mundial de grupos de defensa de los consumidores. Cuenta con 215 entidades miembros, distribuídas en 88 países. (FIN/IPS/ggr/ag/he-pr/96)