AMERICA LATINA-CARIBE: La lucha por el alfabetismo

Hablan diferentes idiomas, están en diferentes etapas de desarrollo económico, pero si algo comparten los educadores de América Latina y el Caribe es el deseo de que la población de sus países esté debidamente alfabetizada.

Pueblos que sepan leer y escribir significarán un crecimiento económico más rápido, sociedades más pacíficas y mejor calidad de vida, según dirigentes políticos y docentes que, de todos modos, advierten que el ideal de la alfabetización total no es un logro fácil de conseguir.

"La educación en América Latina está atrasada unos 40 o 50 años. Este es uno de los mayores problemas de la región. Nuestro sistema educativo debe adaptarse a las nuevas realidades del mundo", dijo el legislador Juan Adolfo Singer, presidente del Parlamento Latinoamericano (parlatino).

Los funcionarios a cargo de la educación perciben que uno de los principales problemas que encuentran en su lucha contra el analfabetismo es lograr que los niños permanezcan en las escuelas hasta que aprendan a leer y escribir.

Las deserciones comienzan a los 11 años de edad en Bahamas, Barbados, Granada, Guyana y Trinidad y Tobago. El promedio de edad de abandono de estudios en América Latina es, en tanto, de 12 años.

La oficina para América Latina y el Caribe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) informó que entre 1980 y 1994, aunque 95 por ciento de los niños de ambas regiones ingresaron a la escuela, apenas 50 por ciento concluyeron el sexto año de cursos.

Unesco reveló que muchos niños incapaces de acceder a la educación básica en esas regiones viven en condiciones de vida deplorables.

El informe señaló que más de 200 millones de personas, en su mayoría niños, viven en condiciones de pobreza o extrema pobreza, y que el crecimiento económico parece imposible debido a la mala calidad y la ineficiente distribución de la educación en América Latina y el Caribe.

Como resultado, más de 100 millones de personas en América Latina son "funcionalmente analfabetas", pues son incapaces de comprender o intercambiar mensajes escritos o efectuar cálculos aritméticos simples.

Entre los países que registran altas tasas de analfabetismo se cuentan Guatemala, con 38,8 por ciento, Haití, con 37,2 por ciento, El Salvador, con 19,8 por ciento, y Honduras, con 18,8 por ciento.

El desafío, según los funcionarios de la educación, es que la tasa de analfabetismo baje a 11 por ciento cuando comience el próximo siglo.

Pero, mientras existe un compromiso entre los funcionarios docentes para mejorar la calidad y accesibilidad de la educación de la población pobre de la región, la falta de recursos financieros conspira contra estos esfuerzos.

Los ministros de educación afirman que son conscientes de que esta área continúa siendo la principal víctima de los programas de ajuste recomendados por las agencias internacionales de crédito.

El gasto público en educación en la mayor parte de América Latina y en muchos países del Caribe se ubica debajo de seis por ciento del producto interno bruto (PIB).

El Banco Mundial informó que los únicos países de las dos regiones que en 1991 gastaban entre seis y ocho por ciento del PIB en el sector eran Barbados, Cuba, Nicaragua, St. Lucia, St. Vincent y Suriname.

En tanto, los países que gastaban menos en educación eran Guatemala (1,2 por ciento del PIB), Paraguay (1,5 por ciento) y El Salvador (1,8 por ciento).

"Debemos recurrir a Unesco para la gestión de acuerdos que financien los programas de educación", dijo el ministro de Educación de Jamaica, Burchell Whiteman.

"Unesco procuró mayor voluntad en los bancos multilaterales para financiar los proyectos educativos, pero aún debemos dar un paso adelante y obtener una mejor combinación de préstamos y concesiones", agregó. (FIN/IPS/tra-en//ml/cb/mj/ed dv/96)

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