Luego de dejar la casa ardiendo por un escándalo de venta de armas a Ecuador, el presidente argentino Carlos Menem visitó esta semana tres naciones de América Central con el fin de recomponer la imagen de su país en la región.
La agenda de Menem incluyó la firma de acuerdos de cooperación económica y en materia fitosanitaria, de comercio, turismo y de lucha contra el narcotráfico, así como charlas ante empresarios de Panamá y los parlamentos de Honduras y El Salvador sobre la experiencia de privatización en Argentina .
En Honduras, donde estuvo desde el lunes hasta el miércoles, se vio forzado a abordar uno de los temas más controvertidos en las relaciones de Argentina con América Central: la participación de militares argentinos en "la guerra sucia" librada en la región en la década de 1980.
Al respecto, aseguró a medios de prensa hondureños que su país "ha hecho todo lo posible para que no quede nada oculto" sobre la intervención de oficiales argentinos en la represión ilegal en Honduras, y prometió "abrir los archivos" para que el caso se aclare.
Un informe oficial preparado hace dos años a instancias del presidente hondureño Carlos Reina reveló la desaparición de por lo menos 184 civiles a manos de grupos de inteligencia que tuvieron el asesoramiento de oficiales argentinos y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
Los 17 oficiales argentinos que participaron en la represión y desaparición de civiles en Honduras también habrían actuado en El Salvador y Costa Rica, según denuncias de organismos de derechos humanos de la región, pero esos militares aún conservan la impunidad.
Tras el trago amargo de los desaparecidos, Menem prometió en Honduras y El Salvador promover ante los otros tres países que integran el Mercosur (Brasil, Paraguay y Uruguay) la conformación de una zona de libre comercio entre ambas regiones.
"Estoy haciendo la propuesta de integrar una zona de libre comercio, de acuerdo a las particularidades del caso, entre América Central y los miembros del Mercado Comun del Sur", aseguró Menem en El Salvador, la segunda escala de su gira.
El mandatario argentino señaló haber hecho esa promesa como "fiel defensor de la integración latinoamericana" y porque "con un continente integrado, nuestras perspectivas de desarrollo son más fuertes".
En el marco de su propuesta de integración, Menem se reunió en Tegucigalpa con funcionarios del Banco Centroamericano de Integración Económica, al cual Argentina, Venezuela, México y Taiwan han aportado capitales como socios extrarregionales.
Al arribar el viernes a Panamá, Menem fue objeto de cuestionamientos por ganaderos y veterinarios locales por la anunciada firma de un acuerdo fitosanitario que permitiría el ingreso de carnes argentinas a este país, que -según los quejosos- , podría introducir la fiebre aftosa en el istmo.
El presidente de la Asociacion Panameña de Médicos Veterinarios, Hatuey Castro, consideró "inconcebible" que Argentina pretenda exportar carne a Panamá, cuando "presenta un cuadro endémico de fiebre aftosa".
Luego de calificar a Argentina de país "tipicamente aftoso", Castro advirtió que el ingreso de carnes frescas o procesadas a Panamá pondrá en peligro las existencias de ganado de este país, cuyo valor esta estimado en unos 600 millones de dólares.
Además de ese convenio, Menem y el presidente panameño Ernesto Pérez Balladares firmaron acuerdos de garantía de inversiones, de eliminación de visas migratorias y sobre cooperación contra el tráfico de drogas.
El presidente argentino regresaba este sábado a su país. (FIN/sh/ff/ip/96).
