AMERICA CENTRAL: Economía pierde velocidad tras el ajuste

Luego de crecer desde comienzos de esta década, la economía centroamericana comienza a perder velocidad, y algunos economistas y empresarios atribuyen el hecho al ajuste fiscal y las reformas en curso.

El ritmo de crecimiento de Costa Rica y Panamá, los países de mayor progreso económico de América Central, se redujo entre 1994 y 1995 de 4,5 a 2,5 por ciento y de 3,9 a 1,9 por ciento, respectivamente, y se estima que el debilitamiento continuará este año.

La tasa de crecimiento panameña apenas superó en 0,2 por ciento el promedio de América Latina en su conjunto, que -según la Comision Económica para América Latina (Cepal)- fue sólo de 1,7 por ciento en 1995.

Una proyección hecha este mes por la Asociación de Cámaras de Comercio Estadounidenses en América Latina (Aaccla) anuncia que las tasas de crecimiento continuarán este año en bajo nivel.

De acuerdo con Aaccla, únicamente El Salvador y Nicaragua, entre los seis países analizados, lograrán un crecimiento superior a cinco por ciento. En cambio, Costa Rica, Guatemala y Honduras registrarían un aumento "moderado" y la tasa será inferior a uno por ciento en el caso de Panamá.

Sin embargo, El Salvador -cuya economía creció a un promedio anual de 6,12 por ciento entre 1991 y 1995- aparenta ir también hacia la desaceleración, según advirtió está semana la Asociación Nacional de la Empresa Privada (Anep) y otras fuentes privadas.

El presidente de la Anep, Héctor Vidal, exhortó al gobierno salvadoreño a tomar medidas para enfrentar señales de pérdida de vigor de la actividad económica.

Vidal advirtió al gobierno de Armando Calderón Sol que "ha llegado el momento de aceptar que no son suficientes los logros macroeconómicos de los últimos años para garantizar el crecimiento futuro". El producto interno bruto de El Salvador aumentó creció 6,1 por ciento en 1995.

Mientras, el economista independiente Oscar Melhado afirmó que la pérdida de velocidad del crecimiento económico ya comienza a repercutir en la generación de empleos y en empresas "que han optado por cerrar".

El economista panameño Juan Jované opinó ante IPS que el debilitamiento de la actividad en la región es consecuencia de ajustes realizados en momentos que la economía mundial se encuentra en una etapa de recesión.

"Es bien sabido que ese tipo de cambios se deben hacer cuando el ciclo económico internacional va hacia arriba", para que propicie "el arrastre" de quellas economías más débiles que confronten dificultades, apuntó Jované.

Al olvidarse esa premisa, el panorama que se vislumbra es de mayor pobreza, mayor desempleo, mayor contracción del mercado interno y menos recursos en manos del Estado -debido a la privatizacion y la reducción de impuestos- para atender la "deuda social" que traen aparejados los ajustes, dijo Jované.

Según Cepal y la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos en Centroamérica (Codehuca), el desempleo y la pobreza avanzan a paso acelerado, a la par del proceso de ajuste economico.

En Guatemala y Honduras, que en 1995 lograron un crecimiento de 4,9 y 3,5 por ciento, respectivamente, el desempleo afecta a 67 por ciento y a 39,2 por ciento de la población económicamente activa, según Cepal y Codehuca.

Mientras, la pobreza absoluta afecta a 60 por ciento de los 30 millones de centroamericanos.

Jované también señaló la necesidad de realizar gradualmente la apertura económica, para evitar la ruina de los sectores productivos, como es el caso del agropecuario y el industrial, que todavía no están en condiciones de competir con productos importados.

Asi mismo, el economista destacó que en Panamá y en otros países de América Central, las autoridades caminan por un lado, llevando a cabo su programa de ajuste y apertura contra viento y marea, "mientras la sociedad civil marcha por otro".

La Secretaría Episcopal de América Central (Sedalc), que agrupa a las conferencias episcopales de la Iglesia Católica de toda la región, señaló a fines de 1995 que la aplicación de ajustes sin medidas complementarias para aliviar el hambre de los más pobres "conduce a la destrucción del Estado".

"El así llamado neoliberalismo, bajo pretexto de libertad, conduce a la destrucción del Estado y conlleva actitudes egoístas que no favorecen la igualdad de oportunidades y, por lo tanto, no propician la democracia, ya que ésta queda reducida a un aspecto meramente formal", advirtió la Sedalc. (FIN/sh/ff/if/96).

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe