/AMBIENTE/ECUADOR: Bosque petrificado más grande del mundo en peligro

Considerado por diversos especialistas como el bosque petrificado más grande del mundo, la foresta ecuatoriana de Puyango está en peligro de extinción por falta de recursos para su mantenimiento.

Según un informe de la organización no gubernamental Fundación Natura, Puyango podría desaparecer víctima del constante saqueo de fósiles y de la depredación humana.

En 1988, se creó una comisión administrativa para el manejo de los recursos naturales de Puyango, que fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación bajo la figura jurídica de bosque protector, que permite la administración de los recursos naturales por organismos e instituciones privadas.

La comisión está conformada por las Fuerzas Armadas, la Fundación Natura, el Banco Central de Ecuador (BCE) y el Instituto Nacional de Patrimonio. Pero este año será el último en que el Estado, a través del BCE, brinde apoyo económico con est fin.

Puyango tiene una extensión de 2.600 hectáreas y está localizado al sur del país, a 10 kilómetros de la frontera con Perú, entre las provincias de El Oro y Loja.

Según el paleobotánico estadounidense Robert Shumaker, Puyango es la colección de madera petrificada más grande del mundo y "la reserva ecológica más antigua".

En toda la extensión de Puyango se pueden encontrar árboles petrificados con un promedio de 115 metros de altura y 500 millones de años de edad, así como restos fósiles de plantas y crustáceos de más de 100 millones de años.

Según Gerardo Corrales, presidente de la Comisión Administrativa de la Fundación Natura, el presupuesto solicitado para el mantenimiento del bosque y para financiar proyectos de investigación en 1995 fue de 70.275 dólares, pero el BCE otorgó únicamente 6.666 dólares.

"Este año el BCE entregará la misma cantidad que el año pasado, mientras que nuestros requerimientos mínimos son de 72.965 dólares", señaló.

En 1990 una reforma al régimen monetario limitó la participación del BCE en proyectos de financiamiento para organismos e instituciones públicos y privados. Sin embargo el bosque Puyango quedó al margen de esta disposición.

"Pese a esto, en 1992 el BCE dejó de integrar la comisión administrativa de este bosque y redujo drásticamente el presupuesto, siendo el aporte de 1996 el último que realice esta institución", indicó Corrales.

Desde 1993, Puyango ha sufrido un deterioro constante por la falta de control a los más de 10.000 visitantes que recibe cada año y por el hecho que los 150 habitantes de esta región utilizan los recursos del bosque para satisfacer sus necesidades básicas.

"Necesitamos recursos para instruir a los habitantes y darles una alternativa a sus necesidades, así como para informar a los visitantes por medio de avisos y guardias, con el objeto de que respeten el bosque y no se lleven recuerdos fósiles", señaló Corrales.

Actualmente, Puyango sobrevive gracias al aporte de cada uno de los visitantes, según Natura. Los turistas extranjeros pagan 10 dólares para entrar al bosque y los nacionales, que llegan en menor número, aportan unos 0,8 dólares.

Una alternativa, según la Fundación Natura, es declarar a este bosque petrificado reserva ecológica, lo que lo pondría directamente en manos del Estado bajo la administración del Instituto Nacional de Areas Naturales y Vida Silvestre. (FIN/IPS/mg/dg/en/96)

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