La crisis del agua ya es una realidad alarmante en Asia, y las grandes áreas afectadas por la escasez del recurso son cada vez más amplias y numerosas en el mapa, advirtieron expertos.
En China, la mitad de agua distribuida en las ciudades no es potable, y 40 por ciento de sus ríos están demasiado contaminados para ser usados con otro fin que no sea la irrigación.
En India, algunos ríos no llegan al mar porque sus aguas son utilizadas y agotadas antes de la desembocadura, indicaron expertos. Sólo ocho de 3.000 ciudades y pueblos de este país del sur de Asia tienen saneamiento y tratamiento de aguas residuales completos.
En las superpobladas Manila y Bangkok, los residentes que necesitan agua han hecho perforaciones para almacenar el líquido, con el resultado de filtraciones de agua salada proveniente del mar.
La inminente crisis del agua de la cual tanto hablan los gobiernos "ya está instalada" en Asia, alertó Paul Mosley, especialista en agua y ambiente de la Universidad de Wellington, en Nueva Zelanda, aunque señaló que la causa más común de los problemas es la mala gestión del recurso.
La abundancia de agua en Asia sufre la presión del crecimiento al azar de las ciudades, la expansión industrial, la contaminación de recursos esenciales y el crecimiento demográfico.
No sólo aumenta el número de habitantes, "sino la demanda por persona, como resultado del crecimiento económico y el ingreso asociado con la urbanización", señaló un documento del Banco Asiático de Desarrollo (AsDB) preparado para una conferencia sobre recursos hídricos que finalizó esta semana en Manila.
Alrededor de 80 por ciento del agua aún es utilizada para la irrigación, la cual a menudo rinde 45 por ciento. Además, el elemento es de escaso costo en muchas partes de Asia, lo cual no incentiva al cuidado y el ahorro.
Las redes de abastecimiento, con frecuencia en manos de los gobiernos, en muchos casos pierden más de la mitad del agua debido a escapes e ineficiencia.
La población de las zonas más pobres paga los precios más altos por agua transportada en camiones, a veces 15 veces por encima de lo desembolsado por residentes en áreas con cañerías.
Peter Rogers, profesor de ingeniería ambiental de la Universidad de Harvard, urgió, en la reunión del AsDB, al uso de un "sistema de precios progresivos" en el cual los ricos paguen más para subsidiar menores precios para la población de los sectores marginalizados.
Un operativo de agua corriente más eficiente sería más efectivo al sector privado, cuyo papel es considerado "una función de la necesidad" para el gran capital y las inversiones en las grandes ciudades asiáticas, aquellas con más de 10 millones de habitantes, aconsejó Rogers.
Según el ASDB, sólo 60 por ciento de las poblaciones urbanas y 40 por ciento de las comunidades rurales reciben agua potable, y una proporción aún menor tiene acceso a sistemas de saneamiento.
Pero las ciudades continúan creciendo, casi al ritmo de la expansión demográfica de la región. Se estima que en el 2025 la población de Asia alcanzará 4.200 millones, y en esa época más de la mitad de sus ciudadanos vivirá en centros urbanos.
Mosley cree en la privatización como única forma de evitar una crisis peor. El gobierno de Filipinas, por ejemplo, espera ahorrar 5.000 millones de dólares en los próximos 25 años privatizando la empresa nacional de abastecimiento de agua.
Pero Rogers señaló que las tres redes de agua más eficientes de Asia están en Japón, Singapur y Corea del Sur, y ninguna de ellas pertenece al sector privado. (FIN/IPS/tra-en/js/cpg/lp/en-dv/96)