Las universidades alemanas pierden atractivo entre los estudiantes extranjeros en comparación con las de EE.UU., Gran Bretana, Francia, Japón o Australia, según el presidente del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), profesor Theodor Berchem.
Sólo cinco por ciento de los estudiantes que frecuentan las universidades y escuelas técnicas superiores en Alemania -cerca de 1.900.000- son extranjeros en el sentido estricto de la palabra.
Oficialmente son extranjeros 140.000 estudiantes, pero estas cifras incluyen a los hijos de extranjeros residentes en Alemania y, en la mayoría de los casos, estos jóvenes se quedan a vivir y trabajar en Alemania.
Sólo se podrá hablar de una situación satisfactoria cuando las universidades alemanas alberguen a 10 por ciento de jóvenes extranjeros que procedan del exterior y, una vez terminados sus estudios, regresen a sus países de origen.
Pero esto será muy difícil -señaló Berchem en conferencia de prensa en Bonn- porque el gobierno impone drásticas reducciones de presupuesto y porque otros países, con larga tradición en la formación universitaria de extranjeros, despliegan campañas 'muy agresivas' para promover en el extranjero los estudios en sus universidades.
A manera de comparación, Berchem dijo que en Alemania estudian únicamente 1.200 japoneses, mientras en Estados Unidos lo hacen 45.000. En 1995, el DAAD invirtió en Asia 20 por ciento de su presupuesto, o sea 42 millones de dólares (63 millones de marcos).
El presupuesto anual del DAAD, incluida la administración, es de 244 millones de dólares (366 millones de marcos). Sus principales patrocinadores son el gobierno federal, la Unión Europea y otras instituciones nacionales y mutinacionales, como la OTAN.
Solamente ahora los políticos alemanes han comenzado a entender, según Berchem, que el prestigio de un país como productor industrial depende en alto grado de su prestigio como país educador.
La presentación del informe anual de 1995 del DAAD, realizada este miércoles, giró exclusivamente en torno a las actividades y programas desarrollados en el continente asiático y a la contribución aportada por el DAAD para mejorar la posición de Alemania como centro científico de categoría internacional.
Entre las mayores barreras con que tropiezan los estudiantes y diplomados extranjeros en Alemania están las dificultades para obtener el permiso de residencia de sus cónyuges e hijos, la discriminación racial, el no reconocimiento de sus diplomas o la difícil convalidación de los títulos académicos germanos.
Sólo se mencionó la posición de América Latina en las actividades del DAAD cuando un periodista latinoamericano preguntó por la acogida en esta institución de la llamada 'Nueva Concepción Latinoamericana' de Alemania, que incluye aspectos de cooperación académica, tecnológica y culural y que fue aprobada por el Parlamento Federal en Bonn el pasado año.
El presidente alemán, Roman Herzog, tuvo oportunidad de explicar personalmente esta nueva concepción a los gobiernos de siete países centroamericanos y Venezuela en el viaje que acaba de terminar.
Pocos días antes, el ministro germano de Relaciones Exteriores, Klaus Kinkel, y sus colegas de Cooperación Internacional y Desarrollo, Carl-Dieter Spranger, y de Agricultura, Jochen Borchert, habían hecho otro tanto en México, Perú, Chile, Paraguay, Bolivia y Argentina.
El DAAD beca en la actualidad a 54.075 estudiantes y académicos, de los cuales 23.190 son extranjeros -entre ellos 1.424 latinoamericanos- y 30.885 alemanes.
Estas cifras revelan un leve aumento del total de becarios y, por otro lado, un descenso de los extranjeros con un simultáneo aumento de los alemanes, con respecto al año anterior.
Por regiones y número de becados, América Latina figura en quinto lugar, después de Europa central y oriental (9.800), Asia, Australia y Oceanía (3.330), Europa occidental (3.120), Africa subsahariana (1.770), pero antes de América del Norte (1.205) y Africa del Norte y Oriente Medio (1.170).
El DAAD mantiene oficinas de asesoramiento en una docena de ciudades extranjeras, entre ellas una en Río de Janeiro y otra en San José, y se piensa en la pronta apertura de una tercera en otro país latinoamericano.
En sus relaciones con América Latina, el DAAD tiene la ventaja de poder recurrir a organizaciones efectivas. Así se ha puesto en marcha un proyecto de cooperación con Brasil, llamado 'Pro-Bral', que puede servir de modelo para la cooperación con otros países latinoamericanos, destacó el jefe del departamento latinoamericano de la institución en Bonn, Friedhelm Schwarmborn.
Además, dijo Schwarmborn, dentro de pocas semanas el ministro federal de Formación Profesional, Ciencia, Investigación y Tecnología, Juergen Ruettgers, dará a conocer un programa de fomento de la cooperación germano-latinoamericana en estos sectores, tal como lo prevé la Nueva Concepción Latinoamericana de Alemania.
Berchem instó asimismo a Ruettgers a que dé luz verde al programa de fomento de carreras profesionales para extranjeros, un programa piloto que, entre otras cosas, prevé cátedras en inglés y la contratación de profesores extranjeros en ciertas disciplinas.
Los políticos alemanes deben entender que el inglés es un idioma universal y que, por otro lado, no se debe exigir de los estudiantes extranjeros que reciten en perfecto alemán a Wolfgang von Goethe o canten la Canción del Nibelungo para admitirlos en la universidad.
Los ingleses tampoco exigen que los estudiantes extranjeros reciten a William Shakespeare de memoria y con inconfundible acento de Oxford o Harvard.
Ante estas circunstancias y considerando las perspectivas profesionales que depara el saber hablar inglés, muchos estudiantes y diplomados del mundo prefieren hacer su carrera profesional o un estudio de posgrado en una universidad de lengua inglesa.
El éxito de las universidades francesas entre los extranjeros obedece, entre otras cosas, también a la difusión del idioma fancés en el mundo, concluyó Berchem.
Un rayo de esperanza, en cuanto a un mayor respaldo oficial, ve el DAAD en la proyectada Declaración de Gobierno que será presentada próximamente ante el parlamento y que explicará las medidas adoptadas por el gabinete del Canciller Federal, Helmut Kohl, para mejorar la política cultural en el exterior y el prestigio de la ciencia de Alemania.
Kohl visitara Argentina, Brasil y México la segunda semana de septiembre proximo. (FIN/IPS/as/jc/dv-cr/96)