El Congreso de Sindicatos de Zimbabwe (ZCTU) decidió reclamar al gobierno una forma de participación en la preparación de la segunda fase del Programa de Ajuste Económico Estructural (ESAP).
"En lugar de limitarnos a criticar al gobierno por la puesta en práctica del ESAP, decidimos presentar, junto otras entidades cívicas, nuestras propias ideas sobre la forma en que debe ser ejecutada la segunda fase del programa", dijo Tapiwa Mashakada, portavoz del ZCTU.
Después de 10 años de experimentar una política socialista que descarriló la economía, el gobierno del presidente Robert Mugabe aceptó a fines de 1990 un programa de ajuste estructural según el modelo auspiciado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), tendente a liberalizar la economía.
Sin embargo, las reformas no han conseguido ninguna mejoría digna de ser mencionada. El desempleo se ubica en 42 por ciento, mientras que unas tasas de interés de hasta 38 por ciento han castigado al sector privado.
Además, según el ZCTU, el gobierno ha reducido el personal estatal superfluo, provocando la eliminación de 50.000 empleos públicos desde 1990.
Los que tienen empleo no han estado mucho mejor. Los precios se han disparado, mientras los ingresos reales están en su nivel más bajo desde 1970. Las prioridades de gasto del gobierno están bajo sospecha, pues el ejército sigue llevándose la parte mayor del presupuesto y los recortes no alcanzan nunca al gobierno.
Ante un déficit presupuestario aún muy alto según las metas del Banco Mundial y el FMI, el gobierno se ve obligado a cumplir con determinadas condiciones para conseguir la financiación de un segundo ESAP de cinco años que debería comenzar este año.
"El ESAP ha fracasado porque no ha sido un programa nacional sino un programa del gobierno", opinó Morgan Tsvangirayi, secretario general del ZCTU. "Hemos presentado nuestra posición al gobierno, que parece haberse quedado sin ideas y no tiene otra opción que escucharnos".
Las relaciones entre el gobierno y el movimiento sindical, con sus 400.000 afiliados, han sido mucho menos que cordiales en los últimos años, en particular por sus diferencias en cuanto a la ejecución del ESAP.
Para no repetir aquel error, el ZCTU ha publicado un estudio titulado "Más allá del ESAP", que se propone diseñar un modo más pragmático de aproximarse al gobierno en lo referente a la política económica.
"El estudio pretende ser un medio de atacar al gobierno con herramientas más técnicas. Una forma más organizada de acercarnos al problema del ESAP", dijo Mashakada.
El estudio señala que las empresas nacionales se han visto en desventaja a causa de la velocidad con que ha sido liberalizada la economía, al verse enfrentadas a la competencia extranjera sin tiempo para prepararse. Para corregir esto, el ZCTU recomienda una mayor cooperación y coordinación regional.
El estudio sindical reclama la creación de un cuerpo representativo y consultivo que pueda "captar puntos de vista divergentes sobre la formulación de la política nacional".
Edmore Tobaiwa, economista de la Cámara Nacional de Comercio, dió la bienvenida a los esfuerzos del ZCTU para involucrarse en la formulación del ESAP II.
"Fue aquello de "ellos contra nosotros" lo que descarriló a la primera fase del ESAP. Los estudios del Banco Mundial destacan la importancia de un buen flujo de información, especialmente en los países del Africa subsahariana", dijo Tobaiwa. (FIN/IPS/tra-en/pr/oa/arl/if/96)