Los empresarios de Zimbabwe recibirían con agrado -en el 16 aniversario de la Independencia, que el país conmemorará este jueves- si el presidente Robert Mugabe anunciara la remodelación del gabinete, que ha merecido fuertes críticas.
Después de las elecciones presidenciales que otorgaron a Mugabe un nuevo mandato de seis años, corrió por el país el rumor de que era inminente una reforma del equipo gubernamental.
"Las cosas no van tan rápidamente como nos gustaría", dijo Richard Chitumba, un analista económico. "Tal vez después de las celebraciones de la Independencia pueda producirse la esperada remodelación".
Lo que de verdad desean los empresarios es el nombramiento de un nuevo ministro de Finanzas. Han pasado seis meses desde la muerte del ministro Ariston Chambati, que sólo estuvo cinco meses en el cargo.
Antes de la llegada de Chambati al ministerio, la cartera había estado acéfala un año y medio, durante la enfermedad de Bernard Chidzero, arquitecto del programa de reforma económica.
"Cuando no existe un ministro de Finanzas verdadero y otro ministro debe encargarse de dos carteras, se atrasan las decisiones y no se puede esperar que el ministro sea eficaz en los dos departamentos", comentó Chitumba.
Según la Confederación de Industrias, la continuidad de la política financiera se ha visto afectada por el hecho de que el ministro de Comercio, Herbert Murerwa, ha debido desempeñar en funciones la cartera de Finanzas.
El favorito de los empresarios para ocupar el cargo es el ex director ejecutivo de la poderosa Delta Corporation, Enos Chiura, de 62 años, que cuenta con notables antecedentes en la industria, lo mismo que el difunto ministro Chambati.
No obstante, ha trascendido que Mugabe elegiría a Murerwa para la importante cartera, pero el presidente no parece tener prisa.
Los economistas aconsejan no sólo una remodelación técnica del gabinete sino también una reducción de las carteras acorde con la política de austeridad y de recuperación económica.
El actual gabinete se compone de 25 ministros, 16 viceministros, ocho gobernadores provinciales con rango de ministro, el procurador general y el comisario de planificación, dos vicepresidentes y el propio Mugabe.
A fin de forzar al gobierno a vivir de acuerdo con sus medios, el Fondo Monetario Internacional suspendió el año pasado la entrega de 60 millones de dólares para equilibrar la balanza de pagos. Además mantiene una oficina en el banco central de este país, con la misión de vigilar el gasto público. (FIN/IPS/tra-en/lm/oa/arl/ip-if/96)