Las islas de Zanzíbar -pequeña nación frente a la costa africana en el océano Indico, federada con Tanganica en la República Unida de Tanzania- no logran salir del conflicto político nacido de unas elecciones multipartidarias realizadas hace seis meses.
El opositor Foro de Unión Cívica (CUF), dirigido por su líder carismático Seif Shariff Hamad, reclama contra las elecciones que tuvieron lugar en octubre de 1995 en las dos islas que forman el país -Ungunja (o Zanzíbar propiamente) y Pemba-, alegando que fueron trampeadas por el gobernante Chama Cha Mapinduzi (CCM).
El CCM (Partido Revolucionario de Tanzania) ocupa también el gobierno central de Tanzania. Fundado en 1977, es hijo de la fusión de la Unión Nacional Africana de Tanganica (TANU) -fundada por Julius K. Nyerere en 1954- y el Partido Afro-Shirazi de Zanzíbar.
Zanzíbar, ex colonia británica lo mismo que su vecino continental Tanganica, alcanzó la independencia en diciembre de 1963, pero los británicos transfirieron el poder a la minoría árabe. La rebelión liderada por el Afro-Shirazi condujo a una pronta federación con Tanganica, en marzo de 1964.
El resultado de la discutida votación de octubre pasado – declarada libre y limpia por los grupos de observadores internacionales pese los defectos de organización- dio la victoria al CCM, cuyo jefe es Salmin Amour, por el mínimo margen de 50,8 por ciento, contra 49,2 por ciento logrado por Hamad.
"El CUF se negó a admitir su derrota y recurrió a una campaña llamada de desobediencia civil que supone, entre otras cosas, el boicot de los representantes del Foro a las sesiones del parlamento y el desconocimiento del gobierno que prestó juramento después de las elecciones", según afirmó el propio gobierno.
En una conferencia de prensa celebrada en la capital de Kenia esta semana, el primer ministro de Zanzíbar, Mohamed Gharib Bilal, añadió que "además el CUF recurre ahora a actos de terrorismo en lugar de asumir su papel, legalmente reconocido, de partido opositor".
Bilal denunció que los militantes del CUF en Pemba -la más rica de las dos islas, donde la oposición ganó los 21 escaños en disputa- incendiaron escuelas y exhortaron a los niños a boicotear las clases.
El primer ministro detalló otros atentados cometidos por los fanáticos del CUF, como la contaminación del agua potable y la colocación de bombas en un transformador de energía, provocando un corte de luz de cuatro días en todo el país.
Fueron arrestadas y serán juzgadas 40 personas, informó Bilal, en relación con ese incidente, que ocasionó el gasto de un millón de dólares al gobierno, para reparar los daños. "Algunos fueron arrestados en la casa de Hamad", precisó el primer ministro.
En reacción a las acusaciones de Bilal, Khoti Kamanga, profesor de Derecho de la Universidad de Dar-es-Salaam, capital de Tanzania, dijo a IPS que las fuerzas de seguridad también han sido responsables de perseguir a los simpatizantes del CUF durante el desarrollo de la crisis política.
Kamanga, que formó parte del equipo de observadores en las elecciones de 1995, acusó al gobierno central de Tanzania, dominado por el CCM, de negarse a intervenir en el conflicto.
"El presidente Benjamin Mkapa sostiene que la Constitución no le permite interferir en los asuntos internos de Zanzíbar. Sin embargo, la situación en las islas es muy seria y exige una urgente atención", afirmó el jurista.
En la época colonial, Zanzíbar formaba parte del Sultanato de Omán, un antecedente que Bilal trae en su ayuda para afirmar que Omán está conspirando para restablecer su influencia en las islas a través de Hamad, cuyas raíces familiares se remontan al tiempo del sultanato. (FIN/IPS/tra-en/mn/oa/arl/ip/96)