El gobierno de Vietnam encara la construcción de una gran central hidroeléctrica como un seguro de autoabastecimiento de electricidad, aunque los críticos del proyecto lo consideran "una desastrosa receta", por su alto costo ambiental y social.
El previsto porte de la represa de Son La, a levantarse en el noroeste del país, puso en alerta a ambientalistas y agencias donantes. En cuanto al gobierno, su preocupación consiste en obtener los 3.000 o 4.000 millones de dólares necesarios para realizar la obra.
La represa a construirse en el curso bajo del rio Da, que podrá generar entre 3.600 y 4.000 megavatios, doblará en tamaño a la central hidroeléectrica de Hoa Binh, la mayor de Vietnam, que fue puesta en servicio a mediados de los años 80 con ayuda soviética.
La obra inundará una superficie de 440 kilómetros cuadrados de las provincias de Son La y Lai Chau. Las autoridades calculan que el llenado del embalse obligará el reasentamiento de 130.000 personas, principalmente de la minoría étnica tai, aunque analistas independientes creen que la cantidad de desplazados será aún mayor.
Los críticos señalan el antecedente de Hoa Binh, que inundó 200 kilómetros cuadrados y desplazó a 58.000 personas, también pertenecientes en su mayoría al grupo tai.
Algunas comunidades debieron cambiar cinco veces de asentamiento, pues los ingenieros subestimaron el nivel que alcanzarían las aguas del embalse. Pese al sacrificio realizado, muchas aldeas cercanas a la represa de Hoa Binh todavía no tienen electricidad.
El gobierno lanzó el proyecto de Son La para atender la creciente necesidad de energía del país. Los planificadores oficiales pronostican un alto incremento de la demanda de electricidad para el 2010, especialmente en el sur y en las zonas centrales, que ya registraron escasez en la temporada seca.
Las autoridades vietnamitas se proponen aumentar de seis a 12 la cantidad de represas, y en abril de 1994 finalizaron el tendido de una red de transmisión de 1.500 kilómetros entre el norte y el sur. Las nuevas líneas transportarán la electricidad a generada en Son La a la capital del sur, la Ciudad Ho Chi Minh.
Hanoi busca capitales en el exterior para la mdernización del sector hidroeléctrico, que presenta instalaciones anticuadas, carece de piezas de recambio y su mantenimiento ha sido inadecuado. La suma de esos factores es una significativa brecha entre la capacidad instalada y la capacidad operativa.
Hoang Trong Quang, secretario general del Comité Nacional del Mekong, señaló que la futura represa de Son La contribuirá a la irrigación en la época seca del delta del rio Rojo y reducirá las inundaciones en la temporada de lluvias.
"Nos permitirá rehabilitar los sistemas de riego y diversificar los cultivos en el norte. Esperamos que también sirva para prevenir la sedimentación de Hoa Binh", declaró Hoang.
Vietnam confía convertirse a largo plazo en un gran exportador de energía al sudeste de Asia, y especialmente a Tailandia. También considera el desarrollo de fuentes propias de energía un capítulo importante en materia de seguridad nacional.
Los ecologistas cuestionan el proyectado tamaño de la central y creen que el gobierno subestima el costo ambiental de su proyecto, mientras sobreestima su capacidad para aliviarlo.
Un funcionario de una agencia donante indicó que los vietnamitas "alientan aún la concepción leninista de la gran industria de capital intensivo. Cuanto mayor, mejor".
"Si eso se combina con el enfoque occidental de la ingeniería, se tiene una desastrosa receta. Hay críticos del proyecto en filas del gobierno, aunque son una minoría", dijo el funcionario.
Miembros de la comunidad tai en el exterior exhortaron a la Organización de Naciones Unidas, a grupos internacionales de asistencia y al Departamento de Estado de Estados Unidos a solicitar a Hanoi el redimensionamiento del proyecto, para evitar daños en el ambiente y la inundación de las tierras ancestrales de su etnia.
Pero el gobierno parece decidido a realizar el proyecto. La construcción de la represa comenzará en 1998, para finalizar en el 2007, de acuerdo con las previsiones oficiales. (FIN/IPS/ff/an/ral/en pr/96).