El índice de precios al consumidor retrocedió en Venezuela en marzo, al situarse en 6,2 por ciento, pero este comportamiento precede una prevista aceleración cuando comience a aplicarse la semana próxima un paquete de medidas de ajuste.
Esta nación sudamericana seguirá ostentando de todos modos la supremacía inflacionaria de América latina, con una tasa acumulada en el primer trimestre de 23,9 por ciento y un índice anual de 78,1 por ciento, según cifras del Banco Central.
En enero y febrero el índice del costo de la vida se movió en 8,1 y ocho por ciento, como consecuencia de una devaluación lineal de la moneda nacional, el bolívar, de 70 por ciento, que no tuvo efectos positivos por haberse tomado en forma aislada.
El ministro de Planificación, el dirigente socialista Teodoro Petkoff, indicó esta semana que las medidas de liberalización de precios, tarifas, tasas y cambios, que acarrera una nueva y aguda devaluación, van a tener un efecto "concentrado" sobre la inflación por varios meses.
Pero Petkoff aseguró que las medidas permitirán equilibrar las cuentas públicas y superar la parte más dura de la crisis económica y financiera interna, para llevar en diciembre al índice de precios a una variación de dos por ciento.
Para 1997, el gobierno de Rafael Caldera aspira a retornar a un movimiento moderado de precios con una tasa anual inferior a 30 por ciento, después que en sus primeros dos años en el poder la inflación fue de 70,8 y 56,6 por ciento.
El Banco Central indicó que los elementos que más incidieron en el incremento de precios en marzo fueron la nivelación del valor de algunos productos rezagados y el incremento de costos operativos por las alzas de bonos a los trabajadores y de insumos importados.
Se calcula que la producción del sector privado, el mayor generador de empleo, depende en cerca de 70 por ciento de insumos importados. (FIN/IPS/eg/dg/if/96)