VENEZUELA: Gobierno atrasa lanzamiento de ajustes

El presidente de Venezuela, Rafael Caldera, atrasó una semana, para mediados de abril, su anuncio de que el ajuste ha llegado: la gasolina costará cuatro veces más, subirá el impuesto a las ventas, se duplicarán las tasas de interés y la moneda valdrá la mitad.

Los primeros anuncios se preveían para esta Semana Santa o inmediatamente después, pero fuentes del palacio de gobierno dijeron que Caldera hablará a sus compatriotas, posiblemente el día 15, para presentar las medidas en paquete.

Esa presentación de conjunto atacaría dos críticas constantes a la gestión que Caldera inició en febrero de 1994: incoherencia de las medidas, al tomarlas aisladamente, y falta de compromiso de la cabeza del Estado con los programas oficiales adoptados.

Además de las medidas señaladas, el gobierno dejará atrás el control de cambios que implantó hace 21 meses y presentará compensaciones en el flanco social, como subsidios al transporte y ayudas para que las familias más pobres (siete millones de personas) adquieran algunos alimentos.

La entrega de subsidios directos al transporte de pasajeros, en manos de transportistas privados, se instrumentará desde el lunes, señaló el ministro de Información, Fernando Egaña.

Las medidas apuntalarán un acuerdo de préstamo, de 3.000 millones de dólares y que comienza con un convenio de corto plazo por 1.500 millones, con el Fondo Monetario Internacional, aplicándose esos recursos a "fondear" las reservas de divisas.

Se prevé que esas reservas soportarán en los primeros meses del ajuste una fuerte demanda de divisas, por lo que la salida de capitales permanecerá con controles y se atacará el fenómeno con devaluación y alza en las tasas de interés.

Informes de despachos oficiales señalan que una devaluación acercará la paridad oficial de 290 bolívares por dólar a la del mercado paralelo, que ronda los 500 bolívares por billete estadounidense. Tras ese punto de partida, el dólar duplicará en breve su costo oficial actual.

Las tasas de interés, por recomendación del Fondo, deben buscar un nivel real positivo con respecto a la inflación, para evitar que los tenedores de dinero vuelquen sus ahorros a la compra de dólares, una vez derribado el control cambiario.

En lo inmediato, las tasas de interés subirían unos 20 puntos, sobre sus actuales niveles de entre 40 y 46 por ciento anual, pero la búsqueda de superar el nivel de inflación previsible para este año podría ubicarlas en cerca del 100 por ciento.

Caldera propondrá al parlamento elevar el impuesto a las ventas, de su nivel actual de 12,5 por ciento hasta 15 o 16,5 por ciento, entre otras medidas para enjugar el déficit fiscal y rebajarlo de siete a dos puntos del Pruducto Interno Bruto.

La medida de mayor impacto previsible es el aumento en el precio de la gasolina, que pasaría de tres a 13 centavos de dólar el litro, según los estimados más publicitados, dentro de una escala de opciones que todavía discute el gobierno.

Alzas especulativas del transporte público, que siguieron a un ajuste en el precio de la gasolina, detonaron en 1989 el "Caracazo", semana de desórdenes y saqueos que se saldó con centenares de muertos y millares de heridos.

Caldera defendió en su campaña electoral de 1993 y durante su primer año y medio de gobierno la existencia de gasolina barata "hasta que el pueblo pueda pagarla".

Ahora, por contraste, deberá anunciar que cuadruplica su precio cuando más debe apretarse el cinturón la población que padece la inflación más alta de América Latina, por encima de 70 por ciento anual. (FIN/IPS/hm/dg/if/96)

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