UCRANIA: Proponen "enterrar" el "sarcófago" de Chernobyl

Expertos en seguridad nuclear afirman, 10 años después de que se encerró en un "sarcófago" el edificio del cuarto reactor de la central ucraniana de Chernobyl, que es tiempo de considerar si es necesario cubrir toda la estructura con una aún más grande.

Adolf Birkhofer, conductor de la comisión de seguridad atómica de Alemania, dijo que esa decisión deberá tomarse en los próximos dos años para interrumpir la lenta desintegración del sarcófago que envuelve la escena del peor accidente nuclear de la historia, ocurrido en abril de 1986.

El estado del sarcófago preocupan a los especialistas desde hace años. El Grupo de los Siete, que reúne a las naciones más industrializadas, acordó la semana pasada en Moscú donar a Ucrania 3.000 millones de dólares para construir un nuevo sarcófago y cerrar los tres reactores aún en funcionamiento.

Los expertos temen que el sarcófago se raje, lo que provocaría mayor contaminación del área. Después del accidente de 1986, la radiactividad se diseminó por Europa septentrional y central. Numerosos problemas de salud registrados en Ucrania y la vecina Belarús se atribuyen al incidente ocurrido hace 10 años.

Funcionarios de seguridad nuclear de Ucrania y otras naciones discuten varios proyectos relacionados con la construcción de un nuevo sarcófago que cubra por completo al actual, uno de los cuales insumiría 15 años de trabajo.

Un panel de expertos sobre reactores rusos RBMK, del tipo de los empleados en Chernobyl, concluyó en Viena que no hay peligro inmediato de una reacción nuclear en cadena espontánea dentro del sarcófago, aunque manifestó su preocupación por el deterioro de la construcción y del reactor fundido, que permanece dentro.

El sarcófago fue una respuesta sin precedentes a un problema también sin precedentes. Su diseño fue elegido entre otros 20 proyectos. Fue construido durante medio año por miles de trabajadores bajo el control del Instituto Ruso de Energía Atómica Kurchatov.

Vladimir Kupny, a cargo de las operaciones del sarcófago, dijo que se empleó ese diseño porque empleaba parte de la instalación del cuarto reactor que quedaron intactas después de la explosión, por lo cual podía construirse más rápido y a menor costo.

Para ello, se emplearon 300.000 metros cúbicos de cemento y 7.000 toneladas de metal, que aislaron de la atmósfera entre 400 y 700 kilogramos de plutonio, 80 kilogramos de cesio 137 y toneladas de escombros contaminados.

El intenso calor y los altos niveles de radiación obligaron al uso de robots, y por eso muchas soldaduras no fueron tan firmes como las habría hecho un ser humano.

Los diseñadores incorporaron pozos de ventilación y conductos de acceso para el control de equipos, por temor a que la presión del aire provoque calor excesivo dentro del edificio.

La pérdida de soldadoras causó roturas en las paredes del sarcófago. Funcionarios de la planta sellaron casi 250 metros cuadrados de muros en los últimos años, pero admiten que aun falta mucho por hacer.

El agua es una gran amenaza para el sarcófago y todo lo que está enterrado dentro de él. Un funcionario de la Agencia Internacional de Energía Atómica, con sede en Viena, dijo que el agua que se desliza a través de las roturas podría mezclarse con el combustible nuclear y ocasionar reacciones riesgosas.

Además, el agua provoca corrosión de las partes metálicas del reactor y del sarcófago. El panel de expertos no descartó un colapso de las estructuras, afirmó Birkhofer.

Cuando el reactor explotó en 1986, no se rompió la tapa de 2.000 toneladas que lo cubría, pero la removió. Ahora, cuelga de un ángulo, sostenida por escombros. Si se desmoronara, podrían producirse grandes daños.

Bernhard Jampsin, alto funcionario de la Comisión Europea, dijo que un terremoto pequeño, de una magnitud que no sería descartable en los próximos 25 años, sería suficiente para ocasionar un colapso total de la estructura del sarcófago.

También se teme por las consecuencias de un colapso en el tercer reactor de Chernobyl, aún en funcionamiento.

Hasta el accidente de 1986, el tercer y cuarto reactores compartían un muro común. Después de la explosión, los ingenieros instalaron una "pared biológica" que absorve la radiación, pero se duda de su capacidad para resistir un terremoto. (FIN/IPS/tra- en/sr/mj/en/96)

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