Un renacimiento de publicaciones islámicas en Turquía es atribuído al nacimiento de una generación de intelectuales bien equipados para discutir los problemas existenciales del mundo secular, aunque los propios pensadores seculares se esfuercen por comprender las cuestiones del Islam.
"El repentino aumento en el número de lectores de literatura islamita entre 1980 y 1990, allanó el camino al auge de la industria editorial islámica", observó Kemal Ozturk, del diario islamita Yeni Safak, basado en Estambul.
"Además, ese continuo crecimiento ha sido coronado por una nueva generación de intelectuales islamitas, producto de una década de fervientes lecturas y discusiones", acotó.
Alrededor de 2.732 libros islámicos fueron publicados aquí en 1995, incluyendo 310 novelas y 204 libros de poesía, en comparación con 374 libros sobre religión y 550 traducciones. La lista de enero de editores islámicos incluyó 26 nuevas novelas, 27 libros de sociología, 11 sobre filosofía y ocho antologías poéticas.
Sin embargo, el debate alcanzó una aspereza en ambos bandos que delata cierto grado de prejuicio mutuo." Mucha más gente esta viniendo para comprar libros islámicos", admitió un empleado de la Librería Ilim, en el distrito Cagaloglu de Estambul, si bien añadió que "un libro comprado no es lo mismo que uno leído".
Oral Calislar, un secularista experto en movimientos islámicos duda que los islamitas ofrezcan un verdadero desafío a la bien establecida plataforma intelectual secularista en Estambul. "Esas especulaciones son muy exageradas", aseguró.
"Si bien realizaron ciertos progresos, un predominio islamita en el pensamiento intelectual turco es muy improbable. Los islamitas deben alcanzar todavía las principales fuentes del pensamiento moderno", agregó.
Los islamitas que presentaron el pensamiento occidental a una audiencia islámica quedaron atrapados en un problema "imposible de resolver", observó Calislar. "Chocaron con la doble tarea de criticar y estar de acuerdo con el pensamiento occidental", dijo.
Afirmó que los intelectuales islamitas debían desprenderse "de dogmatismos e ideologías reaccionarias".
"Los islamitas han superado largamente a la comunidad izquierdista cuando se trata de lectura de libros", declaró Osturk. La última palabra sobre modernismo y postmodernismo es ampliamente traducida por editores islámicos, aseveró.
"El resultado es que los intelectuales islamitas han logrado gran comprensión de los últimos pensamientos en ciencias sociales y conocimiento humano, mientras los secularistas todavía deben lograr un entendimiento semejante del pensamiento islámico", dijo.
Según la Unión Turca de Editores, en abril de 1995 un total de 13.410 títulos en circulación fué originado en casas editoras islámicas. Alrededor de 448 de las 981 casas editoriales turcas producen literatura islámica.
De los 1.654 periódicos registrados en Turquía, 113 son islámicos, incluyendo 12 diarios. El 40 por ciento de esas publicaciones islámicas están enfocadas en noticias o eventos de actualidad, 30 por ciento en investigación social y el resto en literatura, mujeres, niños y familia.
Hasta el inicio de los años '90, los islamitas leían todo lo que podían, sin selección previa, de las publicaciones disponibles dominadas por docentes islámicos de Egipto, Irán y Pakistán. Pero esa costumbre de lectura voraz no se redujo aunque el material se hizo todavía más ampliamente accesible.
Desde entonces, los editores islámicos se han dirigido a occidente para encontrar trabajos traducibles de ciencias sociales, mientras los autores domésticos aumentaron significativamente su producción.
Estambul es el centro de la industria editorial turca y tambien sede y cuartel general de los publicistas islámicos. Nursan Marketing, una de las grandes firmas distribuidoras en el mercado islámico informó que los éxitos de venta cubren prácticas islámicas, comentarios y novelas leídas sobre todo por mujeres.
"Los libros científicos son comprados generalmente por estudiantes universitarios e incluso oficiales de policía, además de altos funcionarios", declaró un funcionario de las Librerías Alem de Estambul. "Esto es como un centro cultural. Muchos llegan para discutir y encontrar a otros".
"El crecimiento del movimiento islamita está acompañado por un aumento de las publicaciones islámicas", sentenció Ozturk. "Mientras la gente lea libros islámicos tienden hacia esa religión, y viceversa".
Calislar dudó tambien de esa afirmación. "Aquellos que se unen al movimiento tienden a profundizar en la literatura islámica, es cierto, pero no está dicho que aquellos afectos a esa literatura abracen al movimiento".
"Tambien es cierto que estos tienden casa vez más hacia temas racionalistas y dejan atrás su anterior afección a las leyendas irracionales. Esa es la razón por la cual perdura el auge de la industria editorial de libros islámicos", opinó. (FIN/IPS/tra- en/nm/rj/ego/cr).
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