La Comisión por la Verdad y la Reconciliación, presidida por el arzobispo anglicano Desmond Tutu, comenzó hoy sus audiencias en la ciudad de East London, provincia sudafricana del Cabo Oriental, sobre el océano Indico.
La responsabilidad de la Comisión -que después de cuatro días de trabajos en East London se trasladará a otras partes del país- será conocer todo lo que sea posible acerca de las violaciones a los derechos humanos durante la era del apartheid en Sudáfrica.
Los sudafricanos creyentes se congregaron este domingo en esta localidad del Cabo Oriental, a poca distancia de East London, para celebrar una multitudinaria Asamblea de la Iglesia de Dios en la que entonaron el himno "Cumplir La Promesa".
Después del cántico tomaron la palabra el premio Nobel de la Paz Desmond Tutu y otras personalidades, quienes exhortaron a la multitud a olvidar el pasado de división racial y aprender a vivir todos juntos como un solo pueblo.
"Hay lecciones que Sudáfrica puede enseñar al mundo, y la primera es que seamos capaces de perdonar", dijo Tutu, poniendo énfasis en que lo importante ahora es "que somos seres humanos".
Los autores de actos inhumanos, y hasta 30 víctimas de esas acciones, darán testimonio en East London ante esta controvertida comisión, en un proceso de averiguación de la verdad destinado a limpiar el pasado.
Al igual que Tutu, el ciudadano de East London Mlamli Siwisa señaló la necesidad de que los sudafricanos examinen el pasado para aprender de él y seguir adelante.
"No busco ninguna revancha y no creo que la gente de esta ciudad la esté buscando. Ellos sólo quieren saber lo que pasó con sus familiares y amigos, y quién lo hizo", precisó Siwisa.
Mucha gente en este país de 40 millones de habitantes abriga el temor, no obstante, de que las audiencias de la Comisión, lejos de producir una catarsis, reabran heridas purulentas que apenas si han sido cerradas, sin curar los resentimientos.
Es el caso de Cheryl y Ashley Trower, quienes recuerdan una matanza indiscriminada realizada en 1990 en East London, por razones políticas. Esta pareja rechaza la posibilidad de que los autores sean amnistiados, tal como la Comisión puede decidir en ciertos casos, a cambio de su testimonio.
Lo mismo piensa el joven de 19 años Glenn Funo, miembro del gobernante Congreso Nacional Africano, quien se opone al olvido y al perdón en favor de los que perpetraron crímenes. "Hay que castigarlos", afirmó.
La posibilidad de que personas conocidas por su participación en famosos crímenes sean dejadas en libertad es suficiente para que muchos sudafricanos rechacen la tarea de la Comisión Verdad.
Por ejemplo, son mencionados los nombres del ex comandante de las fuerzas antisubversivas Eugene de Koch, que espera ser juzgado por nueve asesinatos, y de Craig Williamson, un ex policía que confesó su participación en la muerte de Ruth First, esposa del difunto líder del Partido Comunista, Joe Slovo.
Sin perjuicio de esas opiniones, tanto Tutu como Alex Boraine, copresidente de la Comisión, afirman que el cuerpo llevará a cabo su trabajo a menos que reciba órdenes en contrario de algún juez.
"Realizaremos las audiencias mientras no nos lo impida una autoridad legalmente capacitada para hacerlo", subrayó Tutu. (FIN/IPS/tra-en/jf/jm/oa/arl/hd-ip/96)