/REPETICION/ARGELIA: EEUU reclama acciones más que palabras de reconciliación

Alentado por el inesperado éxito del presidente Liamine Zeroual en la elección de noviembre, Estados Unidos reclama al gobierno de Argelia que respalde sus llamados a la reconciliación nacional con acciones concretas.

Este reclamo coincide con la publicación de un nuevo informe sobre Argelia elaborado por 29 eminentes políticos, analistas y académicos para un influyente centro de estudios de Washington, la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.

Este instituto sugirió que Europa y Estados Unidos creen un "grupo de contacto" informal que respalde un acercamiento entre el gobierno militar y la oposición musulmana.

El informe, titulado "La crisis argelina: opciones para Occidente", postula un papel más activo para Estados Unidos en el país africano. Según la fundación, cualquier esfuerzo de mediación deberá basarse en principios similares a los de la plataforma levantada por partidos opositores el año pasado.

El instituto también sugirió que los donantes europeos de Argelia empleen su ayuda económica como palanca política para que el gobierno de Zeroual propicie una reconciliación nacional y elecciones parlamentarias libres y justas.

Al mismo tiempo, la Fundación Carnegie alertó que Washington y la Unión Europea deberían alinear sus posiciones con respecto a Argelia.

Desde que se desató la crisis política en el país africano cuando los militares anularon las elecciones de 1992, Estados Unidos mantuvo contactos de bajo nivel con el principal partido de oposición, el Frente de Salvación Islámica (FIS), y evitó hasta el mes pasado contactos de alto nivel con el régimen.

Esta política enfureció a Francia, el principal respaldo del gobierno de Zeroual. Según diplomáticos franceses, Washington confiaba tranquilamente en una victoria del FIS, en cuyo caso Estados Unidos podría invertir en el sector de gas y petróleo a expensas de París, intención reiteradamente desmentida.

La repentina atención que se presta en Estados Unidos a la situación en Argelia se despertó cinco meses después de que Zeroual ganó las elecciones presidenciales con más de 60 por ciento de los votos.

Desde entonces, se aplacó la violencia que cobró unas 50.000 vidas entre 1992 y 1995, y tanto Zeroual como la oposición se brindaron señales mutuas de reconciliación.

Pero la distensión en Argelia todavía no es una certeza, de acuerdo con el subsecretario de Estado para Asuntos del Norte de Africa y Medio Oriente de Estados Unidos, Robert Pelletreau, y los principales autores del informe de la Fundación Carnegie.

"Los pasos hacia la apertura política deben ser reales. Las palabras, aunque positivas, no son suficientes", dijo Pelletreau, quien rompió el virtual embargo diplomático contra Argelia al visitar ese país el mes pasado.

En coincidencia, el informe de la Fundación Carnegie estableció que ahora es el momento adecuado para que los países de Occidente se comprometan más activamente en poner fin al conflicto entre el gobierno de Argelia y los militantes islámicos.

William Quandt, coautor del informe y especialista en asuntos de Medio Oriente que integró el Consejo de Seguridad Nacional en la década del 70, dijo que las elecciones de noviembre, que contaron con la participación de 75 por ciento de la ciudadanía, dieron a Zeroual más credibilidad.

Los comicios abrieron posibilidades reales a un proceso de reconciliación entre el gobierno y los islámicos, agregó Quandt.

De todos modos, los principales partidos, entre ellos el FIS, el Frente de Liberación Nacional y el Frente de Fuerzas Socialistas (grupo identificado con los intereses de los bereberes), boicotearon las elecciones.

Zeroual atrajo al gobierno a algunos dirigentes de partidos que participaron en el acto electoral y abrió consultas con miras a la convocatoria de elecciones parlamentarias en un futuro cercano, según Quandt.

El principal desafío para el presidente es lograr que los principales partidos, y en especial el FIS, participen en estas elecciones, según el experto.

El informe postuló que un "grupo de contacto" informal de países occidentales podría jugar un papel clave en un acuerdo entre todos los partidos en torno a un programa que prevea elecciones libres y justas.

Para ello será necesario una coordinación de las políticas, hasta ahora divergentes, entre Washington y la Unión Europea, bloque que en este asunto operaría bajo la conducción de Francia.

Analistas estadounidenses ven a Zeroual entre dos fuegos. Por un lado, lo presiona un electorado que quiere desesperadamente acabar con la violencia y aspira a la reconciliación nacional. Por otro, actúa la "línea dura" de las fuerzas armadas, que aún procura la derrota militar de los islámicos.

Robert Mortimer, cientista político del Haverford College, dijo a un subcomité del Senado de Estados Unidos que una cantidad creciente de argelinos están preocupados ante la posibilidad de que Zeroual no tenga voluntad o no pueda adoptar medidas en favor de la reconciliación.

De acuerdo con el informe de la Fundación Carnegie, Washington debería enviar dos mensajes a Zeroual. El primero es que "al contrario de lo que se cree generalmente en Argelia, Estados Unidos no desea que los islámicos accedan al poder".

El segundo es que "el retorno a una estrategia de 'línea dura' contra los islámicos está condenada al fracaso". (FIN/IPS/tra- en/jm/yjc/mj/ip/96)

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