La integración hidroviaria del Mercado Común del Sur (Mercosur), difícil de completarse debido al obstaculo representado por la hidroelectrica de Itaipú, tiene la posibilidad de hacerse efectiva por un canal de 250 kilómetros en territorio paraguayo.
Empresarios brasilenos defienden esa alternativa, con apoyo del gobierno de Paraguay, como forma de evitar la enorme y elevada barrera de hormigón que represa las aguas del río Paraná, para generar electricidad en la frontera brasileño-paraguaya.
El proyecto, diseñado por la Agencia de Desarrollo Tiete- Parrana (ADTP), organización privada compuesta de 130 empresas brasileñas, fue acogido por el presidente paraguayo Juan Carlos Wasmosy.
Wasmosy "no sólo es entusiasta de la idea, como para llevarla a discusión con los demás presidentes de los países del Mercosur, sino que es también cofundador de ADTP", sostuvo Carlos Roberto Silvestrin, director ejecutivo de la agencia de desarrollo.
El canal saldría del gran lago formado por Itaipú en el río Paraná, a la altura de la ciudad brasileña de Guaira, desembocando en San Pedro, ya en el río Paraguay, al norte de Asunción.
Es más factible que la construcción de esclusas en la barrera de Itaipú, que no es recomendable técnica y económicamente, a causa de la altura de 120 metros, lo que exigiría tres peldaños, según Silvestrin.
"Aunque esté incluída en el Tratado de Itaipú Binacional, brasileño-paraguayo, hace mucho su construcción fue descartada. Según nuestros primeros cálculos el canal costaría entre 500 y 800 millones de dólares, cerca de cuatro veces menos que la esclusa", dijo el director de ATDP.
Tres trayectos forman parte del proyecto actual y todos aprovechan algunos ríos paraguayos que sufrieron sedimentación tras la formación del embalse de Itaipú, explicó Silvestrin.
"Algunos de esos pequeños ríos necesitarían sólo un dragado para hacerse navegables", aseguró, señalando que de Guaira el canal empezaría a 250 metros por encima del nivel del mar y bajaría a 80 metros en San Pedro.
Por el cronograma de ATDP, hasta fin de este año los técnicos brasileños y paraguayos elegirán uno de los tres caminos y, a partir de 1997, se anunciarán las propuestas para captar inversiones.
"Tenemos condiciones de atraer inversionistas vía lanzamiento de fondos de inversiones, consorcios y otros, mientras los Estados sólo aportarán el apoyo institucional", comentó Silvestrin con entusiasmo.
Hay varias empresas brasileñas interesadas en el proyecto, "incluso porque la idea partió de una entidad compuesta por brasileños", añadió.
Entre esas empresas estaría la Comercial Quintella, cuyo dueño, Wilson Quintella, es también presidente de ATDP y, además de la empresa de comercio exterior, explota el transporte de granos en la cuenca del río Tiete, que cruza casi todo el estado de Sao Paulo.
Quintella integra todas las comisiones mixtas, de empresarios y representantes gubernamentales, que aprueban proyectos para las hidrovías Tiete-Parrana y Paraná-Paraguay, que se unirían por el canal en territorio paraguayo.
El sistema Tiete-Paraná ya es prácticamente navegable hasta Itaipú.
Sólo falta concluir la esclusa en la hidroelectrica de Jupia, en la desembocadura del Tiete en Paraná, frontera entre los estados de Sao Paulo y Mato Groso del Sur, que estará lista a fin de este año, dejando 2.400 kilómetros plenamente navegables, aseguró Silvestrin.
El proyecto parcial del canal Guaira-San Pedro, que unirá la región más desarrollada de Brasil a la hidrovía del Mercosur, será presentado en el Master Plan Tiete-Parana, que será lanzado en mayo.
Se trata de un estudio completo de navegabilidad en todo el cono sur latinoamericano, comprendiendo mercados y negocios, con ediciones en portugués y español.
"Será una herramienta más para análisis de los inversionistas", destacó el director de ATDP. (FIN/IPS/gl- mo/ag/if-tr/96)