El Banco de Desarrollo de Asia (AsDB) anunció hoy, para beneplácito de los activistas de Indochina, que revisará el impacto ambiental y social de todos los proyectos de generación de electricidad en el río Mekong en seis países.
Esta decisión, discutida en un seminario del AsDB previo al comienzo de su reunión anual, que comenzará este martes, afecta las iniciativas más polémicas de la entidad. Las represas que se proyectan involucran a Birmania, Camboya, Laos, Tailandia, Vietnam y la provincia de Yunnan, en China.
Vladimir Bohun, director asistente del Banco en materia de infraestructura, energía y finanzas, dijo que "cualquier proyecto de desarrollo hidroeléctrico deberá ser evaluado e implementado tras un análisis de su impacto en la cuenca" del Mekong.
La construcción de cualquier represa deberá implementarse luego de un estudio de su impacto futuro en los habitantes de la región, el ambiente y la vida de las comunidades río abajo, explicó Bohun.
"Consideraremos en cada río de la cuenca los lugares donde podrán instalarse represas y el impacto ambiental", agregó, en un seminario sobre cooperación económica en la región del Gran Mekong, un proyecto que el AsDB comenzó en 1992.
"Algunos proyectos podrán ser considerados no sostenibles", pero otros sí, afirmó Bohun.
En el caso de Laos, por ejemplo, el banco firmó con el gobierno más de 20 memorandos de entendimiento sobre proyectos hidroeléctircos que deberán ser contemplados "de forma integrada", sostuvo.
Activistas de organizaciones no gubernamentales que concurrieron al seminario del AsDB en Manila se mostraron complacidos por la declaración de Bohun, aunque mantuvieron cautela.
"Es la primera vez que escuchamos a un funcionario del banco referirse al estudio integrado del impacto acumulado de las represas", dijo Aviva Imhof, del grupo AIDWatch Australia, que supervisa cuestiones energéticas de la región.
"En ese sentido, estamos muy complacidos, pero la retórica y la realidad no coinciden con frecuencia", acotó Imhof.
Documentos del AsDB sobre el Gran Mekong establecen ocho proyectos prioritarios en el sector energético, seis de los cuales incluyen la construcción de represas. El primero de la lista es la central Theun Hinboun, en Laos, iniciada en 1994 y cuya conclusión se prevé para 1998.
Otros proyectos son los del río Xe Kong y la cuenca del Se San en Camboya, Laos y Vietnam; el Nam Tha y el desarrollo de la cuenca del Nam Theun, en Laos; la interconexión de la represa Jinghong, en Yunnan, con Tailandia, y el de la cuenca del Thanlwin, en Birmania y Tailandia.
Los activistas sostienen que se estudian más de 300 puntos en la región del Mekong, lo que demuestra el interés de construir represas en la región asiática.
En una reunión de 20 minutos que mantuvieron con el presidente del banco, Mituso Sato, los activistas sugirieron que se creara este año "un fondo de limpieza social y ambiental" para evaluar cada uno de los proyectos, así como una "moratoria" a iniciativas que enfrentan oposición en las poblaciones.
Imhof se preguntó si Indochina, una región rural cuya economía se basa en industrias de pequeña escala, requiere grandes proyectos energéticos.
En una carta de ocho páginas dirigida a Sato, organizaciones no gubernamentales afirmaron que los proyectos sobre el Mekong que estudia el AsDB "promueven la generación de energía a mediana y gran escala como la solución a las demandas de la región".
Se presta demasiada atención a la energía hidroeléctrica y se mencionan poco otras fuente alternativas y de pequeño porte para la generación de energía renovable, aunque esta es la política del AsDB, agregaron los activistas.
"Cincuenta millones de personas e incontables ríos con sus especies biológicas dependen del ciclo anual del Mekong. El desarrollo hidroeléctrico planificado amenaza la integridad de estos sistemas", señalaron las organizaciones.
Los proyectos de pequeña escala son "difíciles de justificar cuando los centros de crecimiento cercanos tienen grandes necesidades de energía" pero "debemos evitar elefantes blancos y megaproyectos", acotó Bohun.
El funcionario dijo que el proyecto de Theun Hinboun "ni siquiera puede ser denoninado represa", pues no crea una gran laguna sino apenas "un estanque, por lo cual no se inundará el área y habrá traslado de población".
Bohun admitió que el proyecto, en el cual participan los gobiernos de Laos y Tailandia, tiene cierto impacto ambiental, pues reducirá el flujo de agua río abajo, si bien esto "está incluido entre los costos del proyecto".
Los activistas sostienen que el AsDB no ve el problema en su totalidad, y se preguntan los beneficios que obtendrá Laos al generar energía para exportar a Tailandia, país del cual consideran que tiene un apetito ciego por electricidad.
La región indochina cuenta con ricos recursos de poder hídrico, carbón e hidrocarbón, pero no se utilizan en todo su potencial pues las necesidades regionales de electricidad aún son bajas. Sólo se ha desarrollado dos por ciento de sus posibilidades.
La región podría contar con 250.000 megawatts de energía. Los principales usuarios son Tailandia y Vietnam, mientras los restantes países sólo utilizan entre 20 y 60 kilowatts por hora y por persona al año.
Se prevé que la demanda de electricidad del área del Gran Mekong se multiplique por seis hasta el 2020 para cubrir las necesidades de los hogares e industrias de Tailandia y Vietnam, mientras no se pronostica un gran aumento de las necesidades domésticas de Camboya o Laos. (FIN/IPS/tra-en/js/cpg/mj/dv en/96)