PERU: Gobierno relanza plan económico restrictivo

El presidente de Perú, Alberto Fujimori, recompuso su gabinete para relanzar su programa de reformas económicas con una serie de medidas entre las que se destacan el recorte presupuestal, aumento de la presión tributaria, reducción de los costos laborales y una segunda ola privatizadora.

Según analistas independientes, esta línea significa que el "enfriamiento recesivo" que cayó sobre la economía peruana en los últimos meses se prolongará durante todo este año y gran parte del próximo.

"El enfriamiento en la economía es desalentador, pero era necesario. Dentro de las posibilidades reales, trataremos de mantener los programas sociales que ya tienen recursos presupuestales", anticipó el nuevo presidente del Consejo de Ministros, Alberto Pandolfi.

"Se vienen tiempos difíciles, porque es necesario aplicar una política restrictiva para generar un mayor ahorro público. Creo que será difícil conceder aumentos a los empleados públicos", dijo por su parte el nuevo ministro de Trabajo, Jorge González Izquierdo.

González Izquierdo explicó también por qué un economista como él fue designado para una cartera que generalmente desempeñan abogados laboralistas.

La antigua función tutelar que ejercía el Ministerio de Trabajo para proteger al sector laboral no es compatible con el marco económico liberal que Fujimori está poniendo en práctica, afirmó.

En el gabinete ministerial al que accedió González Izquierdo predomina la tesis liberal de que si la economia camina bien, los salarios están mejor protegidos por las leyes del mercado, porque a mayor demanda de trabajadores mejoran las condiciones de su contratación.

Según el ministro de Trabajo, la normativa laboral paternalista bloquea el crecimiento económico, porque encarece la producción y desalienta a las inversiones.

"El Ministerio de Trabajo ya no será intermediario en los conflictos laborales, se convertirá en un ente promotor de medidas destinadas a generar nuevos empleos", dijo.

"La situación de los trabajadores, tanto los ya empledos como los desocupados, mejorará si la economía se solidifica, se baja el costo de la contratación de la mano de obra y se flexibilizan las relaciones entre trabajadores y la empresa", concluyó.

Este enunciado podría reanimar la combatividad de los sindicatos, muy debilitados desde hace cuatro años por la ola de despidos masivos producida por la reducción del sector público y la privatización de las empresas estatales.

"Es alarmante lo que dice el González Izquierdo porque oficializa públicamente lo que ya era una conducta del Ministerio de Trabajo, que desde hace años no protege a los trabajadores sino a las empresas. De modo que esperamnos un endurecimiento", comentó el dirigente sindical Pablo Checa.

Por su parte, los empresarios privados, cuyos voceros se apresuraron a expresar su apoyo al relanzamiento del programa económico, quisieran que el impacto recesivo de las medidas de enfriamiento no comprima la capacidad de compra del mercado interno.

Los partidos políticos de oposición están divididos respecto del programa de relanzamiento y el nuevo Consejo de Ministros que lo ejecutará.

"Es un gabinete fondomonetarista, que reducirá el gasto público y echará más trabajadores a la calle para pagar la deuda externa", dijo el parlamentario Javier Diez Canseco, del partido Izquierda Unida.

"Más hambruna, más desempleo, más tuberculosis y más delicuencia por escasez de trabajo será el resultado del programa", vaticinó Jorge del Castillo, del socialdemócrata Partido Aprista.

En Unión Por el Peru (UPP), segunda fuerza en el Congreso liderada desde fuera del parlamento por el ex secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar, la coyuntura vuelve a mostrar las dificulltades propias de un movimiento caudillista conformado por factores no ideológicos.

Mientras algunos dirigentes de UPP, como los izquierdistas Daniel Estrada y Henry Pease, califican al gabinete Pandolfi de "entreguista al Fondo Monetario Internacional", y anticipan que su política traerá hambre, otros, como Harold Forsyth y Francisco Pardo, apoyan el programa gubernamental.

Pardo, banquero que incursionó en política para defender su banco de la intención del anterior gobierno aprista de estatizar la banca, está de acuerdo con profundizar la reforma económica en base a las leyes del mercado y reclama el abandono del "nocivo populismo".

El tema de la privatización de Petroperú, que sería apresurado por el nuevo gabinete ministerial, estuvo a punto de provocar la fractura definitiva de UPP en marzo pasado y es previsible que las divergencias sobre el paquete económico que trae Pandolfi reabran sus disputas internas. (FIN/IPS/al/ag/if/96)

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