El presidente de Perú, Alberto Fujimori, pidió la renuncia de los ministros que le proponían cambiar la línea económica de su gobierno para aflojar las tensiones sociales y empresariales.
"El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ganado mayor fuerza, triunfó la ortodoxia", comentó el economista Juan Abugattas.
"No más escopeta de dos cañones. Se impuso una línea, la más ortodoxa. El ministro de Economía, Jorge Camet, seguirá en el cargo por lo menos hasta junio", expresó a su vez el analista Manuel D'Ornellas.
La crisis ministerial era previsible desde hace dos meses, cuando se hicieron evidentes los síntomas de la crisis coyuntural del modelo económico impulsado por el FMI, pero el desenlace fue diferente al esperado.
En lugar de la renuncia de Camet, la cabeza cortada fue la del primer ministro Dante Córdova, quien reclamaba una mayor inversión social, es decir, aflojar la dureza del programa económico.
El gobierno parecía vacilar sobre el modo de abordar la solución de una crisis que, según encuestas realizadas a mediados de marzo, había comenzado a desgastar la popularidad del presidente Fujimori.
La alternativa era aumentar el presupuesto social, para mejorar la capacidad de compra del mercado interno, y disminuir el déficit de la balanza comercial con medidas paraarancelarias destinadas a estimular al sector manufacturero generador de empleos.
Los empresarios y los analistas vinculados a los partidos opositores apostaban a que la cabeza que sería cortada sería la de Camet, especialmente después que en febrero el director gerente del FMI, Michel Candesus, le envió una carta exigiéndole definiciones más claras.
Segun se percibe ahora, esa carta, así como un público gesto de desagrado formulado en marzo por la misión del FMI que retornó a Nueva York indicando que la situación seguía indefinida, en lugar de debilitar a Camet lo reforzaron.
Camet viajó a Buenos Aires a la reunión de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, dialogó allí con los directivos del FMI y anunció luego que una misión de ese organismo multilateral regresaría a Lima el 20 de este mes para negociar un nuevo programa de tres años.
Según fuentes próximas al gobierno, en sus recientes visitas Paul Isseman, vicepresidente del Banco Mundial, y Carl Dieter Spranger, ministro de Cooperación de Alemania habrían aconsejado a Camet mantener la línea económica con la promesa de apoyo de los organismos multilaterales y la Unión Europea.
En consecuencia, Fujimori habría decidido relanzar su programa económico y profundizar las reformas del aparato productivo en el marco de las pautas del FMI y el BM, lo que implica una temporada de austeridad que se extendería hasta fin de año, cuando, según Camet, se habrá remontado la crisis. (FIN/IPS/al/dg/ip-if/96)