Un plan inmediato para impedir el uso de agroquímicos prohibidos, que envenenan la tierra y originan riesgo de malformaciones en los hijos de las campesinas gestantes, fue demandado por las organizaciones ecológicas de Perú en el Día mundial de la Tierra, celebrado hoy.
Una serie de compuestos químicos, cuyo uso está prohibido en Perú y en la mayoría de los países, como toxafeno, clordano, heptacloro, se continúan vendiendo libremente en este país, según denunció el experto ambientalista Luis Gomero Osorio.
En Perú hay cerca de 700 plaguicidas registrados y se calcula que su comercialización alcanza a unos 30 millones de dólares al año.
Gomero, coordinador nacional de la Red de Acción en Alternativas al uso de Agroquímicos, conformada por organizaciones no gubernamentales (ONG) ambientalistas, llevó un informe sobre el tema al Primer Diálogo Nacional sobre el Medio Ambiente, realizado la semana pasada en la ciudad de Ica.
La denuncia fue recogida por el Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAM), constituido por representantes de organismos oficiales, empresariales y ONG, que planteó una agenda de acción para los próximos dos años.
Gonzalo Galdós, presidente del CONAM, señaló que se demandará a las empresas rurales agrarias el cumplimiento de las normas de protección de la tierra agrícola, el uso eficaz del agua, la lucha contra la deforestación y la regulación adecuada del empleo de plaguicidas.
Gomero comentó hoy a IPS que "las autoridades nacionales y municipales parecen considerar el Día Mundial de la Tierra sólo como una efemérides a celebrar plantando árboles en los jardines y pronunciando discursos, mientras toleran graves infracciones a las leyes ecológicas".
"La situación creada por las infracciones a las normas y por la falta de cultura ecológica de empresarios rurales y campesinos es más grave de lo que se imaginan las autoridades", sostuvo.
"A los hospitales sólo llegan los casos de campesinos que presentan intoxicación aguda, y ni siquiera esos casos se reportan al Ministerio… Gran parte de la población rural tiene afecciones supuestamente leves originadas por el contacto con agroquímicos prohibidos", dijo.
"Estos compuestos químicos afectan enzimas que facilitan las respuestas motoras y las conexiones neuronales… Se manifiestan en dolores de cabeza y aletargamiento, una especie de muerte lenta en las que las víctimas ignoran lo que les está pasando", señaló.
Una investigación efectuada por el Instituto para la Defensa del Medio Ambiente (IDEMA) en la costa y sierra sur de Perú tomando como base a 150 mujeres que se encargaban de la aplicación de sustancias agroquímicas arrojó resultados alarmantes.
Los análisis de saliva, orina y leche materna de ese sector poblacional revelaron en 72 por ciento de los casos diversos índices de intoxicación y que 2,7 por ciento ha tenido niños con malformaciones somáticas o sensoriales.
Por falta de conocimiento en el manejo de dosis y límites de tiempo de exposición, en la zona en donde se realizó la encuesta se produjeron 130 casos de intoxicación en 1995, e inclusive se descubrió la muerte de una mujer de 37 años, por insuficiencia y parálisis respiratoria.
El médico Aníbal Escalante, jefe del Servicio de Genética del Hospital Edgardo Rebagliatti, confirmó la denuncia de Gomero y precisó que los contaminantes químicos, plaguicidas, residuos de plomo o de mercurio, así como algunos gases tóxicos afectan a la población en general, pero en mayor medida a las gestantes.
"Sobre todo en las primeras seis a doce semanas de gestación, el contacto con estos productos químicos duplica el riesgo de tener un hijo con retardo mental, malformaciones congenitas o minusvalías sensoriales, como sordera o ceguera", explicó.
Escalante añadió que, de acuerdo a los hábitos del trabajo rural en Perú, la aplicación y el manejo de plaguicidas son encargados generalmente a las mujeres. (FIN/IPS/al/dg/en-pr/96)