PARAGUAY: Un general mesiánico desafía al mundo

El general paraguayo Lino Oviedo, que amenazó matar al presidente Juan Carlos Wasmosy al recibir la orden de ceder el mando del ejército, deberá enfrentarse a las mayores potenciales mundiales si pretende sostener su rebelión con las armas.

Oviedo, caracterizado por parlamentarios y periodistas como un militar "mesiánico", dispone del apoyo, la neutralidad o el silencio de los jefes de división del ejército en su enfrentamiento con Wasmosy.

El poder del ejército, que cuenta con 15.000 de los 20.000 hombres que conforman las Fuerzas Armadas de Paraguay, parece imponerse sobre las posibilidades de resistencia de la fuerza aérea y la marina, que se pronunciaron a favor de la legalidad.

Pero a las manifestaciones del parlamento y los partidos políticos de Paraguay en respaldo al proceso democrático comenzado en 1989 se suma un amplio frente internacional de oposición al golpe intentado por Oviedo.

El Departamento de Estado de Estados Unidos exhortó a las Fuerzas Armadas de Paraguay a acatar el orden constitucional y el presidente Bill Clinton otorgó pleno apoyo a Wasmosy.

El embajador estadounidense, Robert Service, acompañó este martes al presidente a la casa gobierno en Asunción, mientras se sucedían desde el exterior declaraciones de repudio al motín de Oviedo.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, anunció en La Paz que convocará a una reunión de emergencia del foro hemisférico en caso de que persista la rebelión militar en Paraguay.

Gaviria resolvió viajar a Asunción, donde también estaba previsto el arribo de los cancilleres Guido di Tella, de Argentina, Luiz Felipe Lampreia, de Brasil, y Alvaro Ramos, de Uruguay.

Los presidentes de esos tres países socios de Paraguay en el Mercado Común del Sur (Mercosur) se comunicaron por teléfono con Wasmosy para confirmarle su pleno respaldo, y entre ellos, para conformar un frente diplomático en la emergencia.

Un eventual golpe de Estado excluiría automáticamente a Paraguay del Mercosur, según el compromiso contraído por los gobiernos del bloque.

Por último, Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión Europea (UE), órgano ejecutivo de la Unión Europea, condenó "con firmeza" todo intento de "subvertir el orden constitucional" en Paraguay.

Marín comprometió su apoyo al presidente y al parlamento paraguayos y solicitó una actuación "enérgica" de la UE y del Mercosur para poner fin al motín.

Sin embargo, semejante oposición internacional no parece suficiente todavía para disuadir a Oviedo. Las fuentes consultadas por IPS en Asunción advirtieron que su "mesianismo" podría llevar al general rebelde a decisiones extremas.

El embajador estadounidense Service intentó entrevistarse con el militar sublevado, pero éste no lo recibió.

Oviedo, figura fundamental en el movimiento militar que en febrero de 1989 derrocó al entonces dictador Alfredo Stroessner, aspiraba a lograr la candidatura por el gobernante Partido Colorado para las elecciones presidenciales de 1998.

En clara confirmación de su desafío a Wasmosy, el general amotinado presidió este martes en la sede del primer cuerpo del ejército, su bastión, los actos del Día de San Jorge, patrono de esa fuerza.

La intervención directa de Oviedo en el terreno político perturbó el proceso hacia los comicios de mayo de 1993, que dieron el triunfo a Wasmosy.

Oviedo desafío en la campaña electoral de 1993 a los dirigentes de oposición al sugerir que el Partido Colorado, llamado oficialmente Asociación Nacional Republicana, no cedería el gobierno ni aún en caso de ser derrotado en las urnas.

Wasmosy ordenó el lunes su relevo por el general Oscar Díaz Delmás, y Oviedo exigió de inmediato la renuncia del presidente, a quien habría amenazado de muerte, según la versión del gobierno.

Se trata del primer pronunciamiento militar contra el régimen democrático instalado hace siete años en Paraguay. La progresiva tensión provocada por la crispación de las relaciones entre Wasmosy y Oviedo tomó fuerza adicional debido a movilizaciones laborales que no han finalizado.

Cuatro federaciones sindicales anunciaron una huelga general para principios de mayo y se negaron a aceptar la gestión de conciliación del gobierno hasta lograr la renuncia del ministro de Justicia y Trabajo, Juan Manuel Morales. (FIN/IPS/ff/ip/96).

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