PARAGUAY: Rebelde Oviedo será ministro de Defensa

El sublevado general Lino Oviedo será designado ministro de Defensa de Paraguay y abandonará el servicio militar activo, según la negociación encarada hoy por el gobierno y los rebeldes, que recibió tácito aval de la embajada de Estados Unidos.

Oviedo, que buscaba "una salida honrosa" después de rebelarse el lunes contra la decisión del presidente Juan Carlos Wasmosy de relevarlo de la jefatura del ejército, anunció los términos del pacto en un mensaje grabado.

La versión no fue ratificada por el gobierno, pero la embajada estadounidense en Asunción comunicó que Oviedo "hará efectiva su salida del servicio militar el 15 de mayo" y dio por superada la crisis.

Así mismo, el pacto fue confirmado por Guillermo Caballero Vargas, líder del opositor Encuentro Nacional, tras una entrevista que mantuvo con Wasmosy.

La embajada "congratuló" a Paraguay por "su claro y notorio" compromiso con la democracia y destacó "la valiente acción del presidente Wasmosy para mantener el orden" institucional.

"El gobierno de Estados Unidos cree enfáticamente que las normas y reglas de convivencia democrática no permiten la participación en política de ningún militar en servicio activo", se agregó en el comunicado, en alusión al motín protagonizado por Oviedo.

El comando de comunicaciones del ejército difundió por la tarde el mensaje grabado de Oviedo, que anunció su disposición a entregar el mando y jurar este miércoles como ministro de Defensa.

La crisis institucional paraguaya, la primera desde el derrocamiento en 1989 de la dictadura de Alfredo Stroessner, se precipitó cuando Wasmosy rechazó el pedido de Oviedo de postergar la elección de autoridades del gobernante Partido Colorado, según aseguraron varios comentaristas.

El jefe militar reaccionó con dureza ante la respuesta negativa de Wasmosy, quien dispuso de inmediato su cese como jefe del ejército, de acuerdo con la misma versión.

Las relaciones entre ambos se habían enrarecido hace varios meses, a causa de las aspiraciones políticas de Oviedo, que pretende la candidatura del Partido Colorado para las elecciones de 1998.

Oviedo desconoció la orden del presidente de abandonar el mando del ejército y se hizo fuerte en su bastión del primer cuerpo del ejército, tras exigir la renuncia de Wasmosy y amenazar con matarlo.

La crisis provocó una intensa movilización internacional en respaldo de la democracia paraguaya y este martes, los cancilleres de América fueron convocados por la Organización de Estados Americanos (OEA) para analizar la situación en fecha aún no determinada.

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, llamó por teléfono a Wasmosy para confirmarle su apoyo, y el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas expresó "profunda consternación" ante la crisis paraguaya.

Mientras, el secretario general de la OEA, César Gaviria, y los ministros de Relaciones Exterior Guido di Tella, de Argentina, y Alvaro Ramos, de Uruguay, llegaron a Asunción, junto con el canciller interino de Brasil, Sebastiao do Rego Barros.

Gaviria manifestó su "total respaldo" a Wasmosy y citó en conferencia de prensa la Declaración de Santiago, lanzada hace cinco años por la OEA para excluir toda tentativa golpista en América.

Portavoces del Mercosur (Mercado Común del Sur) señalaron que un golpe de Estado provocaría la automática suspensión de Paraguay como miembro de ese bloque, que está integrado también por Argentina, Brasil y Paraguay.

Por último, Wasmosy solicitó la activa colaboración de la Unión Europea para superar la crisis, poco después de que Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión Europea, exigiera el cese del motín de Oviedo.

Oviedo, de 53 años, buscó apoyo especialmente en el arma de caballería, a la que pertenece, y se adueñó del poderoso primer cuerpo del ejército.

La marina y la fuerza aérea se pronunciaron a favor de la legalidad, pero los mandos del ejército, que tienen a su cargo 15.000 de los 20.000 efectivos de las Fuerzas Armadas de Paraguay, permanecieron en silencio.

Dirigentes sindicales y partidos de oposición rechazaron en principio el pacto alcanzado, que asegura la salida decorosa pretendida por el jefe rebelde.

Wasmosy tuvo también el expreso apoyo de unos 20.000 manifestantes, que se concentraron este martes frente a la casa de gobierno cuando el presidente hizo su arribo en compañía del embajador de Estados Unidos. (FIN/IPS/ff/ip/96).

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