PARAGUAY: Huelga de 48 horas apenas superada crisis militar

Apenas superada la crisis protagonizada por el ex jefe del ejército Lino Oviedo, Paraguay deberá enfrentar una huelga general de 48 horas el jueves y el viernes, en momentos en que la economía vive una fuerte recesión.

Las intensas gestiones realizadas por el presidente Juan Carlos Wasmosy para lograr una tregua laboral y el levantamiento de la huelga general parecen condenadas al fracaso y las cuatro centrales sindicales paraguayas aseguraron que la medida es irreversible.

Los empresarios alegaron, por su parte, la incapacidad de la economía para admitir los reclamos de los trabajadores, que incluyen un aumento de 31 por ciento del salario mínimo, que en este momento es de 217 dólares.

La huelga programada para el jueves y el viernes es la segunda en este año, tras el paro cumplido el 28 de marzo con un acatamiento de 90 por ciento.

"Nuestro principal enfrentamiento es con el gobierno, y el conflicto con los empresarios es secundario", dijo a IPS Alan Flores, presidente de la mayoritaria Central Unitaria de Trabajadores (CUT), al reconocer el fuerte carácter político de la medida de fuerza.

El líder de la CUT, miembro de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT) y la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), explicó que el llamdo a la huelga fue mantenido por la indignación que provocó en los trabajadores la actitud de Wasmosy en la crisis militar de la semana última.

Flores rechazó de plano que la convocatoria a la huelga general fuera "un chantaje", y dijo que se decidió una paralización de 48 horas para "ejercer toda la presión gremial posible".

En cuanto a la fecha, a continuación del Día del Trabajo, lo que aumenta a tres las jornadas de inactividad de esta semana, el dirigente indicó que el 2 de mayo es una fecha histórica para el movimiento sindical paraguayo, ya que ese día de 1994 se realizó la primera huelga después de 40 años.

Flores destacó que se tratará de un paro activo, con presencia de piquetes de huelga, y advirtió que podrían producirse incidentes si el gobierno concreta su anunciada intención de asegurar el servicio de transporte público en Asunción.

"Pero no creo que Wasmosy esté en capacidad de reprimir a los trabajadores en este momento, cuando no es capaz ni siquiera de arrestar a Lino Oviedo", expresó.

La CUT, que cuenta con 70 por ciento de los trabajadores sindicalizados en Paraguay, prepara junto a la Central Nacional de Trabajadores (CNT), la segunda del país, una campaña por la renuncia de Wasmosy, informó Flores.

Además de la CUT y la CNT, convocan a la huelga del jueves y el viernes la Central Paraguaya de Trabajadores y las Centrales Sindicales de los Trabajadores del Estado.

Los sindicatos también exigen la renuncia del ministro de Trabajo, Juan Manuel Morales, pero Wasmosy rechaza tajantemente esa posibilidad.

"El discurso soberbio del ministro de Trabajo, que el jueves nos calificó a los trabajadores de 'oviedistas civiles', cuando en realidad fuimos los primeros en llegar frente al parlamento el lunes en la noche, es uno de los principales obstáculos para lograr un acuerdo", afirmó Flores.

Oviedo resistió desde el lunes hasta el miércoles de la semana última la orden de Wasmosy de ceder la jefatura del ejército, y finalmente abandonó el servicio militar activo, para lanzar su candidatura presidencial para 1998.

Su amotinamiento significó la primera amenaza militar contra el proceso de democratización de Paraguay comenzado en 1989, con el derrocamiento de la dictadura de Alfredo Stroessner, y confirmado en 1993, con las elecciones en que triunfó Wasmosy.

La recuperación de la seguridad social, a la cual el gobierno somete a una administración corrupta e ineficiente, y el reclamo de un referendo sobre las privatizaciones son otros de los puntos principales que levantan las centrales sindicales.

"Estamos contra la privatización de empresas y servicios estratégicos, como electricidad, agua, acerías, cemento, salud, telecomunicaciones, puertos y aeropuertos", dijo Flores, quien señaló que los sindicalistas ya presentaron al parlamento las 120.000 firmas recogidas a favor del referendo.

"El Estado paraguayo es de los más pobres y débiles de América Latina. No tiene más de 15 empresas y la mayoría no son deficitarias", puntualizó el dirigente sindical.

"Pero por otro lado, con Wasmosy en el gobierno no existen garantías para un proceso limpio de privatizaciones por el alto grado de corrupción de este empresario-presidente que está permanentemente autocontratándose", agregó.

La Unión Industrial Paraguaya (UIP) ha insistido en la inconveniencia de la huelga general y aseguró que no es posible aceptar las demandas laborales de los trabajadores.

"En este momento la economía paraguaya da muestras de fuerte recesión, con 40 por ciento de retracción de las ventas del comercio en general y una mala cosecha de algodón, uno de los pilares de las exportaciones agrícolas del país junto a la soja", dijo Luis González Arias, coordinador de la UIP.

El último informe económico del Banco Central de Paraguay destaca la caída en enero y febrero de la actividad del comercio y la industria, mientras la recaudación tributaria se redujo siete por ciento entre enero y marzo respecto de igual período de 1995. (FIN/IPS/ag/ff/ip/96)

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