Países del Pacífico, adoptando lo que algunos observadores describen como una política de "mirar hacia el norte", siguen el exitoso modelo de desarrollo de Malasia como ejemplo para emular el poder económico del sudeste de Asia.
El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Julius Chan, quien visitó Malasia este mes, solicitó a la comunidad empresarial, en un discurso ante la Cámara Nacional de Comercio y e Industria de Malasia (NCCIM), colaboración para seguir el camino que "ustedes ya han transitado".
El primer ministro propuso a Malasia el desarrollo conjunto de una "puerta norte" en la costa norte de Papúa Nueva Guinea, con puerto e infraestructura de comunicaciones, y emprendimientos turísticos, la cual podría convertirse en centro de lanzamiento de viajes a países del Pacífico Sur como Australia y Nueva Zelanda.
Papúa Nueva Guinea no es el único país del Pacífico que ha solicitado los favores de Malasia en los últimos años.
Las islas Salomón y Vanuatu también han puesto la mira en Malasia, cuyo primer ministro, Mahathir Mohamed, presentó al país como "hermano mayor" de las naciones en desarrollo de Asia- Pacífico.
En abril, Malasia también recibió al ministro de Finanzas de Fiji, Timoa Vesikula, quien anunció que las autoridades malasias abrieron las puertas en institutos de capacitación a estudiantes de Fiji que tomarán cursos técnicos y agrícolas.
Papúa Nueva Guinea está interesada en la tecnología de Malasia para las industrias del aceite de palma y del caucho, las cuales expandieron la economía malasia durante las décadas de 1960 y 1970.
No existen normas que prohíban las inversiones malasias en el extranjero, y todas las ganancias repatriadas están excentas de impuestos, junto a gastos iniciales como estudios de viabilidad.
En los primeros 10 meses del año pasado, Malasia invirtió 1.800 millones de dólares en el extranjero, mientras 65 empresas malasias invirtieron sólo en Papúa Nueva Guinea entre 440 y 520 millones de dólares.
Hasta ahora las inversiones malasias en el Sur se han concentrado en la forestación, pero los analistas prevén un cambio, debido a las fuertes protestas de grupos ambientalistas.
En Papúa Nueva Guinea, empresas malasias cuentan con 60 por ciento de los permisos para extraer madera, pero el diario "New Strait Times" informó la semana pasada que las compañías madereras de Malasia están meramente "sobreviviendo" o en proceso de finalizar sus operaciones.
Las nuevas metas de las empresas serán Brasil y otros países de América Latina y Africa, dijo Tiong Hiew King, gerente de la compañía malasia Rimbunan Hijau.
La nueva orientación de la inversión de Malasia podría volcarse al sector de servicios, según sugiere la propuesta de Chan para ampliar el turismo mediante la creación de la "puerta norte" en la región. (FIN/IPS/tra-en/ks/cpg/lp/if-dv/96)