El gobierno militar de Nigeria ha apartado a los dirigentes sindicales radicales de la elección del órgano de cúpula del Congreso del Trabajo de Nigeria (CTN), en una acción aparentemente dirigida a castigar a los sindicalistas que encabezaron las protestas democráticas de 1994.
La proscripción, que afecta a los secretarios generales y a los presidentes de diversos sindicatos y ramas del CTN en cada uno de los 30 estados de Nigeria, está contenida en un decreto anunciado por el ministro de Trabajo, Uba Ahmed, con anticipación a la elección del ejecutivo, que se efectuará el mes próximo.
Al afirmar que los proscriptos son empleados de los sindicatos y no militantes sindicales, el ministro dijo que "sólo los miembros de los sindicatos podrán presentarse a la elección de cargos sindicales, lo cual también se aplica al CTN".
El decreto también prohibe que los secretarios generales y los presidentes de ramas sindicales sean enviados como delegados a una convención del CTN que se celebrará antes de la elección, según informes que citan manifestaciones de Ahmed.
Los secretarios generales, lo mismo que otros funcionarios nombrados por los sindicatos para dirigir sus asuntos, reciben salario de sus organizaciones y están exentos de pagar la cuota de afiliación. Las organizaciones los consideran sindicalistas, pero el gobierno piensa lo contrario.
"Con este decreto el gobierno entrega la dirección sindical a los verdaderos propietarios de los sindicatos, los que poseen el carné y pagan las cuotas de afiliación", dijo Ahmed.
"Las personas que no son afiliadas han causado mucha confusión en el pasado, al utilizar sus cargos para secuestrar las posiciones de los sindicatos o del CTN", afirmó Ahmed en clara referencia al papel de los sindicalistas en las luchas por la democracia en Nigeria.
Los sindicatos protestaron en 1993 y 1994 contra la anulación de las elecciones presidenciales celebradas en junio de 1993. En la primera fila se encontraban la Unión Nacional de Trabajadores del Petróleo y el Gas Natural (NUPENG) y la Asociación de Altos Ejecutivos del Petróleo y el Gas Natural de Nigeria (PENGASSAN).
Estos dos sindicatos protagonizaron en julio y agosto de 1994 una huelga de seis semanas en favor de la democracia, a la que el CTN se unió durante una jornada.
El gobierno del general Sani Abacha reaccionó expulsando a los ejecutivos del CTN y de los sindicatos del petróleo a mediados de agosto de ese año, nombrando administradores en su lugar.
También detuvo a numerosos dirigentes sindicales sin someterlos a juicio, algunos de los cuales aún se encuentran en prisión, como Frank Kokori, secretario general de NUPENG. (FIN/IPS/tra-en/ro/kb/arl/ip-lb/96)