Nepal recibirá cerca de 1.000 millones de dólares de ayuda internacional en apoyo a sus programas de desarrollo económico y social, como resultado de una reunión auspiciada por el Banco Mundial que concluyó hoy en París.
Una conferencia de dos días de duración se realizó en las oficinas del Banco Mundial en esta capital, con la presencia de una delegación nepalesa encabezada por el ministro de Finanzas, Ram Sharan Mahat, y un grupo de 13 países donantes y siete organizaciones internacionales.
El grupo acordó conceder a Nepal asistencia financiera por un total de 993 millones de dólares en el bienio 1996-97.
Sin dejar de reconocer que prevalece un "ambiente poco propicio para la cooperación", Mahat señaló que los compromisos de financiamiento asumidos por los donantes expresan su "fuerte apoyo", no sólo al programa de reformas económicas y de combate a la pobreza, sino también al proceso democrático de Nepal.
"Nepal ha tenido democracia en los últimos seis años. Este paquete de ayuda simboliza el apoyo de la comunidad internacional a nuestra democratización", destacó el ministro.
De acuerdo con los datos del Banco Mundial, Nepal sigue siendo uno de los 10 países más pobres del mundo, con un ingreso anual por habitante de 190 dólares. Los indicadores sociales permanecen por debajo del nivel medio de la región de Asia meridional.
La esperanza de vida es de 54 años y la mortalidad infantil de 102 por mil. Los adultos alfabetizados son sólo 36 por ciento de una población de 20 millones de habitantes. Se estima que entre siete y ocho millones de personas viven en absoluta pobreza.
No obstante, la población crece a un ritmo de 2,5 por ciento al año, y la densidad poblacional es de 600 personas por kilómetro cuadrado, una de las más altas del mundo.
La presión ejercida por la población sobre los recursos naturales del país ha dado por resultado una baja productividad y una enorme pobreza, con la consiguiente deforestación y degradación ambiental.
La elección de un gobierno democrático en 1991, en opinión del Banco Mundial, dio nuevo vigor a las reformas económicas. Pero el programa se estancó, tal como admitió Mahat, cuando el Partido Marxista-Leninista Unificado formó un gobierno en minoría en 1994 y aumentó el gasto público.
El nuevo gobierno de coalición -que sucedió a mediados de 1995 a la breve gestión comunista- volverá a poner en marcha el programa de reformas económicas, según anunció Mahat, a través de una disciplina fiscal y monetaria y un plan de privatizaciones.
El gobierno espera un crecimiento de cinco por ciento de la economía en 1996, cuyo producto interior bruto fue de 4.290 millones de dólares en 1995. (FIN/IPS/tra-en/ao/rj/arl/if-dv/96)