El Grupo de los 77, bloque de los países subdesarrollados en el sistema de las Naciones Unidas (ONU), evaluará esta semana las políticas que defenderá cuando en los próximos meses se debatan cuestiones cruciales para el futuro del foro mundial y de algunas de sus agencias.
Los coordinadores de los capítulos del G-77 en los distintos centros de la ONU en el mundo inaugurarán este miércoles una reunión de dos días en Ginebra.
"Esperamos salir de la reunión con la capacidad de negociación del G-77 fortalecida", adelantó el embajador Fernando Berrocal, representante permanente de Costa Rica ante las Naciones Unidas y actual presidente del bloque en Nueva York.
La asamblea de los coordinadores del G-77 procurará sincronizar el trabajo de los siete capítulos en torno a los temas más críticos de la organización internacional: la crisis financiera y la reforma del sistema de la ONU y la revitalización de la cooperación Sur-Sur.
Berrocal precisó que durante la reunión de Ginebra se procurará "establecer estrategias conjuntas de todos los capítulos" instalados en las sedes de Nueva York, Washington, Ginebra, Nairobi, Roma, Viena y París.
Ante el problema financiero de la ONU, el G-77 convino una posición conjunta, lo que le di "fuerza y convirtió en actor de la crisis", explicó Berrocal.
El Grupo de los 77 llegó a un acuerdo en la identificación de las dificultades financieras de la ONU, al definirlas como "una crisis de pagos cuya responsabilidad corresponde a actores principales del Norte".
"Si Estados Unidos paga, la organización reflota", aseveró Berrocal.
La ONU ostenta créditos entre sus países miembros por unos 3.000 millones de dólares. Estados Unidos figura como el principal deudor, con atrasos por unos 1.600 millones de dólares.
El presupuesto de la organización internacional aprobado en diciembre pasado por la Asamblea General para el período 1996-1997 asciende a 2.600 millones de dólares.
El Grupo de los 77 pretende que se deslinden claramente los distintos elementos de la cuestión financiera de la ONU. Los atrasos en los pagos y cumplimientos de los deudores principales representan el aspecto prioritario, dijo Berrocal.
Una vez resuelto ese tema se podrá discutir una nueva escala de contribuciones financieras de los países miembros y sólo en tercera instancia se podrá tratar la reestructuración inevitable de la ONU, agregó.
"No debe haber vínculos entre los tres temas. Deben discutirse por separado", advirtió el presidente del G-77 en la sede de la ONU de Nueva York.
El Grupo sostiene que las dificultades financieras se ubican en el centro del problema actual de la ONU. "Con la nueva situación económica internacional de globalización, la cuestión financiera se vuelve esencial", insistió Berrocal.
Observó que el G-77 tiene "diferencias de fondo con Estados Unidos" pues Washington pretende analizar el tema financiero por sí mismo. "Sólo quiere reducciones de personal y cortes de presupuesto", afirmó.
Por el contrario, el G-77 aspira a que el tema financiero sea vinculado a las cuestiones programáticas y que se discuta en forma simultánea con las prioridades de las Naciones Unidas.
En ese aspecto, el Grupo de los 77 ha encontrado concidencias con los países de la Unión Europea (UE). "Ya las había cuando España presidió la UE en el segundo semestre de 1995 y se repiten ahora con la presidencia de Italia", indicó el embajador costarricense.
En cambio, el Grupo de los 77 todavía no ha fijado una posición sobre la reestructuración de la ONU, aunque existe consenso de que las reformas al Consejo de Seguridad deberán ser el último tema en consideración, explicó.
Por ahora, "esos temas sensitivos no están maduros" aunque el Movimiento de Paises No Alineados (Noal) se está ocupando de ellos, precisó.
Durante los dos días de sesiones en Ginebra, los coordinadores del G-77 evaluarán las posiciones del bloque en tres grandes asambleas de la ONU de este año: la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la conferencia de Hábitat y la Cumbre Mundial sobre Alimentación.
Respecto a la UNCTAD, una de las organizaciones de la ONU que se encuentra bajo amenaza de reducción y aun de desaparición, Berrocal sostuvo que "es una institución del mundo en desarrollo" y adelantó que el G-77 la defenderá.
El diplomático elogió la personalidad del actual secretario general de esa agencia, el brasileño Rubens Ricupero, y afirmó que la institución es compatible con la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La OMC, explicó, será el ente negociador en el comercio internacional y la UNCTAD cumplirá un papel en el desarrollo económico, especialmente en los campos de la cooperación técnica y del apoyo a los países menos desarrollados.
El Grupo de los 77 y China, como se denomina oficialmente el bloque, está integrado actualmente por 132 estados. El bloque nació en Ginebra el 15 de junio de 1964, cuando 77 países en desarrollo firmaron una declaración conjunta en la sesión final de la primera UNCTAD.
En la ceremonia de apertura de las sesiones, este miércoles, hablarán el presidente del G-77 de Ginebra, el embajador de Camerún Francois-Xavier Ngoubeyou, el propio Berrocal, Ricupero, y el director general de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrolo Industrial (ONUDI), el mexicano Mauricio de María y Campos. (FIN/IPS/pc/dg/dv/96)