El volcán podría estallar, dijeron ahora los científicos que lo vigilan, pero muchos habitantes de Montserrat, cansados de esperar durante meses, no se mostraron impresionados por la declaración.
Este fín de semana, los residentes de Salem y aquellos evacuados hacia esa área, uno de los distritos seguros señalados por el gobierno, levantaron los puestos de venta en el mercado público para proseguir con su rutina diaria.
"La gente no está especialmente preocupada por lo que puede ocurrir durante el fín de semana", declaró el primer ministro de Montserrat, Reuben Meade.
La isla fué puesta en "alerta rojo" el viernes, cuatro días despues del último conat0o de erupción. La cima del Monte Soufriére ha estado creciendo, mientras gas caliente, rocas, cenizas y fino polvo de pómez afloran a su superficie. Segun los últimos cálculos, el fenómeno elevó la altura del volcán hasta 2.975 pies.
"Podría dar lugar a una erupción climática", declaró William Ambeh, de la Unidad de Investigaciones Sísmicas en Trinidad. Ambeh forma parte del equipo de científicos internacionales que está observando el volcán.
Durante los últimos nueve meses, luego que el Soufriére se despertó tras un sueño que duró un siglo, los científicos nunca estuvieron tan cerca como ahora del pronóstico de una erupción. El gobierno, no obstante, sigue cauteloso y no ordenó evacuaciones.
Sin embargo, al comienzo de los bramidos del Soufriére en julio último, cuando comenzó a escupir cenizas y sacudir la tierra con una serie de temblores leves, el gobierno de Meade aconsejó a los montserratenses en condiciones de dejar la isla que lo hicieran como medida precautoria.
Muchos, especialmente los ancianos, encontraron refugio en las casas de familiares y amigos en el collar de pequeñas islas que forman el archipiélago del Caribe oriental.
Aquellos entre los 11.000 habitantes de la isla que se quedaron, pasaron varios meses en diversos niveles de alerta y debieron soportar dos evacuaciones mientras el volcán seguía indeciso. La actividad volcánica, gradualmente, se redujo y, en los últimos tiempos, los montserratenses hasta se olvidaron del problema.
Sin embargo, el 3 de abril último, el Soufriére volvió a bramar. En la actualidad, 24 refugios en todo el país albergan a 1.381 evacuados.
Bancos, comercios, estaciones de radio y otros negocios se mudaron de la populosa capital, Plymouth, que se encuentra exactamente en la falda del volcán, al norte de la isla y otras zonas seguras como Salem, a 10 minutos de auto de la metrópoli.
La administración de Meade anunció el viernes que estaba considerando distribuir bonos de comestibles para aquellos que se vieron obligados a abandonar sus viviendas.
En agosto pasado, tres semanas despues que los residentes de Plymouth y sus áreas adyacentes dejaron sus casas, muchos tropezaron con serios problemas, simplemente porque se quedaron sin dinero en contante.
Meade dijo que los bonos podrían ser usados para comprar víveres a expensas del gobierno.
Entretanto, se produjeron informes de incidentes por comestibles envenenados en algunos refugios. Algunas de los paquetes con raciones británicas debieron ser descartados debido a su mal estado de conservación. Numerosas personas se enfermaron por haber ingerido raciones caducas.
Algunos evacuados, además, se quejaron por la escasa capacidad de almacenamiento de los refugios.
"No es conveniente y necesitamos un refrigerador. No se puede conservar nada aquí excepto latas de leche condensada. Algunas veces cocinamos y debemos dar el excedente de comida a los perros porque no tenemos un lugar apropiado para almacenar los alimentos", dijo uno de los residentes.
Otros, en especial los granjeros, están ansiosos por retornar a las áreas declaradas inseguras. Muchos han dejado ganado pastando en torno al volcán y desean comprobar el estado de los animales.
Un campesino sugirió que el gobierno facilitara provisoriamente terrenos vacíos en torno a los refugios para que los evacuados pudieran traer sus animales y no tener que aventurarse en lugares riesgosos por la proximidad del volcán.
Entretanto, la ayuda exterior se ha precipitado en el país. El período escolar de verano comienza la semana próxima y los estudiantes desplazados no tienen ningún lugar para asistir a clases porque los institutos fueron usados como refugios.
Las vecinas Antigua y Saint Kitts han asegurado el envío de tiendas de campaña que el gobierno usará como escuelas provisorias.
El Reino Unido ha prometido alrededor de 280.000 dólares estadounidenses como ayuda inmediata y acaba de finalizar conversaciones para el aporte de fondos adicionales. Montserrat es una dependencia británica y ha estado recibiendo asistencia suplementaria desde que el volcán entró en actividad en julio.
La Comunidad del Caribe (Caricom), compuesta por 14 miembros, se encuentra actualmente en una misión de factibilidad en Montserrat para determinar las necesidades del país.
También llegó ayuda de la Conferencia de Iglesias del Caribe y de los montserratenses que viven en las Islas Vírgenes. (FIN/IPS/tra-en/cb/da/ego/en).
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