La investigación sobre el homicidio del candidato a la presidencia de México, Luis Colosio, hace dos años, volvió a complicarse hoy con el asesinato de un alto funcionario que estuvo vinculado a dicha investigación.
José Arturo Ochoa, quien se desempeñaba en el estado mexicano de Baja California como representante de la Procuraduría General en la fecha del deceso de Colosio, fue muerto de siete impactos de bala, cuando realizaba ejercicios físicos en un parque.
El crimen, cometido según los testigos por dos individuos que luego se fugaron, sumó un ingrediente más al clima de misterio que continúa rodeando al asesinato de Colosio.
Pese a estar detenido el autor del homicidio del ex candidato presidencial, aún se manejan todo tipo de hipótesis y continúan las investigaciones policíacas para saber quién planeó el crimen, cometido en la ciudad de Tijuana, también en Baja California.
En marzo, cuando se cumplió el segundo aniversario de la muerte de Colosio, quien era candidato presidencial por el gobernante Partido Revolucionario Institucional, las autoridades prometieron por enésima vez hacer su máximo esfuerzo para descubrir a los autores intelectuales del crimen.
El asesinato del ex delegado de la Procuraduría es el segundo de una funcionario público de alto rango vinculado al caso Colosio.
Treinta y seis días después del crimen del candidato presidencial, el director de la policía municipal de Baja California, Federico Benítez, fue asesinado también de varios disparos. (FIN/IPS/dc/dm/ip/96)