Argentina y Uruguay, dos de los principales exportadores latinoamericanos de carne vacuna, mostraron los primeros efectos de la competencia comercial derivada de la aparición en Gran Bretaña de la enfermedad de las "vacas locas".
Ambos países sudamericanos observan con expectativa el aumento a mediano plazo de la venta a la Union Europea (UE), que deberá sustituir más de 200.000 toneladas de carne britanica.
El comité veterinario de la UE prohibió el 25 de marzo a los países de la comunidad que importaran carne vacuna y sus derivados de Gran Bretaña, afectada por la encefaloparía espongiforme bovina (EEB), conocida como enfermedad de las "vacas locas" .
Algunos expertos europeos creen que la enfermedad puede originarse en una ración para vacas que se pretendió abaratar con restos de cerebro y esqueleto de ovejas.
Esa mezcla, realizada a bajas temperaturas, y la ausencia de determinados disolventes químicos habrían permitido que una enfermedad ovina de más de 250 años cruzara la barrera de las especies y llegara a los bovinos.
Argentina, con 510.000 toneladas exportadas en 1995, Brasil con casi 290.000 toneladas y Uruguay con 96.124 toneladas son los productores de la región con más capacidad para sustituir la carne británica.
La expectativa de aumentar las exportaciones a mediano plazo ya generó roces entre Argentina y Uruguay.
El diario oficialista argentino El Expreso dijo el 29 de marzo que tres personas fallecieron en ese país "después de haber ingerido carne uruguaya y chilena".
La enfermedad humana conocida como Creutzfeldt-Jacob, a la que se vincula a la EEB, causó recientemente la muerte de varias personas en Gran Bretaña, pero las mencionadas por el diario tenían varios años.
El gobierno uruguayo acusó el golpe y esta semana exigirá a Argentina que rectifique esa información, a la que el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos Gasparri, calificó de "barbaridad y drama periodístico".
Gasparri aclaró que a partir de 1989 Uruguay prohibió la importación de reproductores, semen, embriones o alimentos de los países afectados por la enfermedad bovina.
La situación actual de Uruguay en el mercado internacional de carne es privilegiada.
Por primera vez en casi 50 años, desde el 15 de enero sus carnes vacunas son las únicas de la región decladaras libres de aftosa sin vacunación por la Organización Internacional para la Epizootia (OIE).
Argentina aún tiene focos de aftosa, al igual que Chile, Paraguay y Brasil, país que en 1985 tuvo que sacrificar a dos ovinos importados de Gran Brataña por estar afectados por EEB.
Celia Tasende, profesora de Bioquímica de la Facultad de Veterinaria de Uruguay, dijo a IPS que este país presenta una condición privilegiada por la "higiene superlativa" de su carne vacuna.
"Las exigencias internas de los frigoríficos, del gobierno y de los compradores son muy grandes y se cumplen a rajatabla", afirmó.
La investigadora expresó dudas respecto a que la enfermedad provenga de una ración y de que el agente transmisor sea una proteína y dijo que "aunque nada está probado, lo más probable es que provenga de una bacteria".
Roberto Muñoz Durán, asesor del Instituto Nacional de Carnes (Inac) de Uruguay y de la una comisión especializada del Mercado Común del Sur (Mercosur) pronosticó una caída mundial del consumo, pero sostuvo que transcurrido un tiempo beneficiará las exportaciones.
Con ese objetivo el Inac lanzará una campañá internacional de promoción para destacar la calidad de las carnes uruguayas, libres de aftosa, EEB y radiactividad.
Tendrá el respaldo del gobierno en una campaña que tendrá como logotipo 'natural meat" (carne natural) por la forma de alimentación del ganado, en base exclusivamente a pasturas.
Para Uruguay, la exportación de sus carnes es "asunto de Estado". Por esa razón el presidente Julio Sanguinetti centrará en este tema el discurso que pronunciará en mayo ante la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), dijo a IPS una fuente oficial.
Con 63 kilogramos anuales de consumo de carne por persona, el mayor del mundo, Uruguay nunca tuvo indicios de alguna enfermedad derivada de esa ingestión, indicó Delfino Cazelm, presidente del Inac.
La competencia promocional entre Argentina y Uruguay será intensa y con ingredientes fuertes.
El secretario de Ganadería, Pesca y Agricultura de Argentina, Felipe Solá, radió a fines de marzo un comunicado de prensa a todas las embajadas de su país para destacar ante los medios la alta calidad de las carnes de su país.
Allí Solá negó que exista una "comprobación científica" de un vínculo entre la enfermedad de las "vacas locas" con otro que ataca al ganado ovino.
Argentina se dispone a realizar una fuerte inversión publicitaria con el apoyo del gobierno y de los exportadores.
En ese terreno, Uruguay tiene desventajas, porque posee menos recursos que Argentina y su presencia internacional también es menor, según Inac.
Para algunos productores uruguayos, la publicación de El Expreso, "dirigido desde la casa de gobierno" argentina, parace indicar que "la competencia de los mercados será muy dura".
Gerardo García Pintos, presidente de la Asociación Rural del Uruguay, advirtió que utilizar esta "desgracia británica de manera sensacionalista y malintencionada no está a la altura de las circunstancias". (FIN/IPS/rr/ag/dv-he/96)