El jefe del equipo negociador de Chile con el Mercado Común del Sur (Mercosur), Carlos Mladinic, abogó hoy por valorar la "lógica de los consumidores" y no sólo los intereses de los productores en los acuerdos comerciales.
En una reunión con corresponsales de prensa extranjera, Mladinic comentó las críticas formuladas por algunos sectores empresariales al acuerdo de asociación de Chile con el Mercosur, que se firmará el 25 de junio.
Los términos de la negociación fueron rechazados permanentemente por los productores de rubros agrícolas tradicionales, como trigo, arroz, carnes y lácteos, a los cuales se sumaron la semana pasada los productores frutícolas.
Los primeros temen el impacto de la rebaja de aranceles para los granos y carnes procedentes de los cuatro países del Mercosur – Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- grandes productores de esos rubros.
La Federación de Productores de Frutas plantea que el gobierno del presidente Eduardo Frei renegocie algunos plazos y porcentajes de desgravación y reclama especificamente más rebajas de aranceles para duraznos y manzanas chilenas en el bloque.
Mladinic, jefe de Relaciones Económicas Internacionales, advirtió que toda negociación comercial implica costos y beneficios, y que no se puede pretender alcanzar todas las ventajas sin hacer ninguna concesión a la contraparte.
Sostuvo, además, que en las críticas a los acuerdos comerciales predomina la "lógica de los productores", en cuanto a las consecuencias que tiene el ingreso al mercado de bienes más baratos que compitan con los suyos.
Esta lógica indica que el productor local tendrá que rebajar a su vez los precios, lo cual le restará rentabilidad y lo llevará a disminuir la producción, lo que a la postre redundará en cierre de fuentes de trabajo y mayor desempleo.
El negociador chileno cuestionó esa visión y propuso asumir también la "lógica de los consumidores", quienes tienen derecho a acceder a productos más baratos y muchas veces de mejor calidad que los de su mercado local.
"Los consumidores no tienen por qué pagar el costo de la protección arancelaria", dijo Mladinic, quien resaltó también que en la medida de que la apertura es recíproca, aumenta la actividad y el empleo en los sectores que producen para la exportación.
En el caso específico del Mercosur, dijo que Chile logró plazos adecuados de desgravación entre ocho y 10 años para 86 por ciento de sus productos exportables, mientras que en los rubros agrícolas tradicionales los plazos serán de 15 a 18 años.
Destacó igualmente que en el caso de la fruta, los productores chilenos de uvas y kiwis ingresarán sus productos con arancel cero al Mercosur desde el primer día del acuerdo, mientras el gravamen para la pasta de tomate en Brasil bajará de cuatro a uno por ciento.
Puntualizó igualmente que en el caso de las carnes rojas, la cuota de importación negociada con el Mercosur es de 15.000 toneladas al año, lo cual es sólo 50 por ciento del aumento anual de la producción interna de este rubro alimenticio. (FIN/IPS/ggr/dm/if/96)