LIBERIA: ONU considera su retiro, ante reanudación de combates

La Organización de Naciones Unidas (ONU) considera el retiro de su personal civil de Liberia, debido a la reanudación de los combates y al saqueo de las oficinas en Monrovia de dos agencias del foro internacional.

Ahmad Fawzi, portavoz de la ONU, comunicó este lunes que sólo se mantiene un personal mínimo en las delegaciones abiertas en Monrovia, una decisión tomada después de que que el fin de semana fueran asaltados los locales de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización para la Agricultura y la Alimentación.

La ONU coordina la posible evacuación de su personal con las fuerzas de mantenimiento de la paz destacadas en Liberia por los países de Africa occidental, dijo Fawzi.

El foro mundial cuenta en Liberia con 233 funcionarios civiles, a los que se agregan los 93 observadores integrantes de la llamada Unomil (Misión de mantenimiento de la paz en Liberia). Gran Bretaña y Estados Unidos también consideran la salida de sus ciudadanos residentes en Monrovia, informó el portavoz.

El secretario general de la ONU, Boutros-Boutros Ghali, advirtió este lunes que la ruptura del último acuerdo de paz entre los señores de la guerra representa una grave amenaza para Liberia.

"La situación se deteriora rápidamente y yo temo que habrá consecuencias desastrosas si el proceso de paz no es reanimado inmediatamente", pronosticó Boutros-Ghali en un informe al Consejo de Seguridad de la ONU.

El secretario general preparó su informe al conocerse los estallidos de violencia del fin de semana. Fuerzas del gobierno de transición intentaron sin éxito la captura de un líder militar expulsado del gabinete de composición multipartidaria.

Se trata del general Roosevelt Johnson, que integraba el gobierno de unidad nacional como ministro de Desarrollo Rural y está acusado de asesinato por su participación en episodios de violencia en Monrovia.

Johnson fue destituido en marzo de la jefatura del Movimiento Unido de Liberación (ULIMO- J), pero conserva apoyo dentro de eso grupo. Sus partidarios respondieron el sábado con granadas y fuego de mortero a las tropas que intentaban la captura del ex ministro.

Los combates se extendieron a los suburbios de la capital y el portavoz de la ONU informó que miles de habitantes abandonan Monrovia. La retirada de la Unomil podría poner punto final a la presencia de la ONU en Liberia, una nación que desde hace seis años se halla en guerra civil.

Boutros-Ghali admitió que no se ha avanzado hacia el desarme de las siete facciones que han luchado entre sí en ese país. Sin el desarme de los señores de la guerra no será posible el éxito de las elecciones previstas para el 20 de agosto, dijo el secretario general.

Al respecto, exigió a los partidos liberianos que comiencen el 30 de este mes la entrega de las armas y la desmovilización de sus milicias.

Pero, a juzgar por la situación y sus antecedentes, sería tarde para poner en marcha ese proceso. El último acuerdo de paz, firmado en agosto de 1995 en Abuja, Nigeria, fue precedido de varias tentativas infructuosas de acabar con la guerra.

Diplomáticos acreditados en Monrovia advirtieron con insistencia que el pacto de Abuja podría naufragar como los acuerdos anteriores.

Boutros-Ghali identificó como una de las causas del renacimiento de la violencia la falta de respaldo internacional a Liberia.

Liberia, un país creado por esclavos liberados en Estados Unidos, recibe escasa atención de Washington y la embajadora estadouniense en la ONU, Madeleine Albright, incorporó la Unomil a la lista de misiones de mantenimiento de la paz que su gobierno cree necesario disolver. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ff/ip/96).

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