Helicópteros artillados israelíes atacaron hoy por segundo día consecutivo los suburbios musulmanes de esta capital, y autoridades militares y hospitales informaron de cinco civiles y dos soldados sirios heridos.
Mientras, medios de comunicación aseguraron que 10 personas murieron a causa del bombardeo.
Helicópteros dispararon misiles en los suburbios sureños de Haret Hreik, Hay as-Sullum, y cerca del aeropuerto de Beirut, como parte del ataque contra el movimiento islámico chiíta Hezbollah.
Las fuerzas de Hezbollah respondieron con armamento antiaéreo, pero no lograron dar en el blanco de los helicópteros de asalto estadounidenses.
Los ataques a Beirut se centraron en el suburbio residencial de Bir el-Abed, donde Hezbollah dirige un centro de información. El líder de Hezbollah Sheik Hassarn Nasr'allah y su guía espiritual Sheik Mohammed Hussein Fad'alla, que viven en el área, escaparon al bombardeo.
Un depósito de municiones de Siria fue alcanzado cerca del aeropuerto, que fue cerrado este viernes. Los hospitales dijeron que al menos dos soldados resultaron heridos, uno de gravedad. Los helicópteros israelíes también atacaron posiciones libanesas y sirias en los suburbios.
En represalia, la guerrilla de Hezbollah envió misiles Katyusha a las áreas occidental y central de la región limítrofe con Israel de Galilea, horas después de haber herido a cinco personas en un ataque en la zona este de Galilea.
No se informó sobre víctimas de los últimos ataques, que coincidieron con una visita a Galilea oriental del primer ministro de Israel, Shimon Peres.
El ejército israelí dijo que otros misiles fueron disparados sobre la zona ocupada por Israel en el sur de Líbano. Israel no informó sobre víctimas.
El ejército libanés ha desplegado 10.000 soldados en el sur del país, cerca de la línea que marca la franja de 16 kilómetros ocupada por Israel.
Los ataques de ambos lados continuaron con una ofensiva que comenzó el lunes con el asesinato de un joven libanés, supuestamente cometido por un israelí.
La resistencia de Hezbollah disparó en respuesta al norte de israel, lo cual llevó a Peres a lanzar una serie de ataques aéreos, que culminó en el ataque del jueves a un suburbio de Beirut y en la muerte de cinco libaneses.
Intensos esfuerzos diplomáticos intentan detener la escalada, pero Israel no ha descartado otros ataques y Hezbollah ha jurado vengarse. Asimismo, se espera una posible respuesta del ejército libanés y de Siria, que tienen 35.000 soldados en Líbano.
Israel debe retirarse de la zona ocupada de Líbano para poner fin al "circulo vicioso de violencia" con Hezbollah, dijo este viernes a la cadena de televisión estadounidense CNN el primer ministro de Líbano, Rafik Hariri.
Los ataques de Israel contra Hezbollah solo "lo fortalecen más y más", añadió el primer ministro, y rechazó llamados de Israel a que su gobierno desarme el grupo, que mantiene relación con el gobierno chiíta de Irán.
"El problema no es Hezbollah. El problema es que Israel ocupa parte del país", sostuvo, y describió al grupo como una fuerza de "resistencia". (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/lp/ip/96)