Los grupos de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) exhortaron a Israel a que cese sus ataques sobre Líbano.
Mientras el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas consideraba el asunto el lunes, cinco días después del comienzo del bombardeo y el bloqueo contra Líbano por parte de su vecino meridional, el secretario general de AI, Pierre Sane, criticó a Israel por herir y matar a la población civil.
"Las declaraciones de las autoridades de Israel en cuanto a que esa zona de Líbano es de 'fuego libre' equivale a una amenaza de muerte sobre casi medio millón de civiles", dijo Sane en Washington.
"Esto se convirtió en una gran crisis de los derechos humanos. Los civiles son castigados por los ataques del Partido de Dios (Hezbollah) contra el norte de Israel", agregó.
AI acusó a funcionarios de Israel por amenazar deliberadamente con atacar a civiles libaneses para castigar a toda la población de ese país a causa de los bombardeos de Hezbolla.
Sane mencionó en ese sentido al general israelí Amiram Levine, quien declaró el día 11 que "los residentes del sur de Líbano que estén bajo la autoridad de Hezbolla serán golpeados duramente".
La acción de Hezbolla, grupo que proclama la lucha por la liberación del sur de Líbano de la ocupación militar de Israel y sus aliados, provocó heridas en 40 civiles israelíes en bombardeos con cohetes Katyusha cerca de la frontera.
Israel replicó el jueves con un severo ataque contra el sur de Líbano y su capital, Beirut, y con la imposición de un bloqueo sobre todo el país.
AI estima que al menos 30 libaneses murieron y 140 fueron heridos en los últimos seis días.
Por su parte, HRW alertó que Israel podría ser culpable de violación de la Convención de Ginebra por "difundir el terror entre la población civil".
Este grupo humanitario mencionó al viceministro de defensa, Ori Orr, quien afirmó el día 11 que el ejército "siempre es capaz de desbaratar Líbano".
Analistas de Estados Unidos afirmaron que la estrategia de Israel es provocar un éxodo masivo de civiles del sur de Líbano hacia el norte del país con el fin de presionar a Beirut y a Siria para que contengan a Hezbollah.
Varios países deploraron el ataque de Israel, que incluyó el primer bombardeo sobre Beirut desde 1982. El Consejo de Seguridad comenzó a debatir el asunto este lunes.
Nasser Al Kidwa, representante de la Autoridad Nacional Palestina, dijo que los bombardeos amenazaban el proceso de paz en Medio Oriente, y exhortó que que Israel retire sus fuerzas de la denominada "zona de seguridad" en el sur de Líbano.
Estados Unidos, que posee capacidad de veto sobre las decisiones del Consejo de Seguridad, adelantó que no permitirá ninguna resolución contra las acciones de Israel, a las que justificó por constituir una represalia por los ataques de Hezbollah.
Diplomáticos en las Naciones Unidas admiten en privado que existen pocas posibilidades de llamar a Israel a responsabilidad, debido a la estrecha ventaja del primer ministro Shimon Peres sobre su rival, el derechista Binyiamin Netanyahu, para las elecciones del mes próximo.
Aunque los ataques enfurecieron a los países árabes, también mejoraron las perspectivas electorales de Peres, cuya autoridad fue cuestionada por los atentados terroristas suicidas perpetrados en febrero.
El embajador de Israel en las Naciones Unidas, Gad Yaacobi, dijo antes del debate en el Consejo de Seguridad que el cuerpo "no tomará ninguna decisión" sobre el bombardeo contra Líbano, pues sus integrantes "saben que se trata de una represalia y que el país está ejerciendo su derecho a la autodefensa". (FIN/IPS/tra-en/fah/jl/mj/ip hd/96)