Estados Unidos, que hace 30 años intervino en Indochina para agravar y extender las guerras de la región, prepara su regreso a Laos para ayudar en la remoción de las minas explosivas que sus soldados contribuyeron a sembrar.
Después de meses de negociaciones, Washington y Vientiane completaron a fines de marzo un memorando de entendimiento que compromete a Estados Unidos a destinar 2,7 millones de dólares a Laos para el equipamiento y la capacitación de especialistas en remoción de minas.
"Se trata de un acuerdo sin precedentes y un paso importante para que Laos pueda librarse de ese legado de la guerra", señaló Ian Mansfield, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La ayuda estadounidense complementará un programa más amplio comenzado en marzo de 1995, cuando el PNUD anunció en Vientiane la creación de un fondo fiduciario en apoyo de la limpieza de campos minados en Laos.
El fondo está administrado por el gobierno laosiano, el PNUD y UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) y es depositario de la ayuda de donantes.
Nadie ha podido calcular la cantidad de minas explosivas que permanecen en el territorio de Laos, aunque la información de accidentes sugiere que el peligro susbsiste en 12 de las 16 provincias del país.
La mayoria de los accidentes se debieron a tentativas de recuperar la carcaza de esas bombas para venderla como chatarra o de emplear los explosivos en la pesca.
Las minas se concentran especialmente en la Planicie de los Patos, ubicada en el norte y a lo largo de la ruta Ho Chi Minh, que recorre la frontera oriental con Vietnam y fue campo de batalla en los años 60 y principios de los 70.
Esas áreas están también plagadas de pequeños explosivos del tamaño de un dólar de plata que pueden destrozar el neumático de un camión o el pie de un ser humano.
Uno de los principales objetivos del fondo fiduciario creado consiste en investigar el alcance del problema. Los expertos pretenden establecer la cantidad de civiles muertos o heridos por las explosiones y la superficie sembrada de minas.
"La información que tenemos es sólo de testigos, a excepción del área de la Planicie de los Patos, donde la actividad de remoción ya se realiza", dijo Mansfield, que sirvió en el arma de ingenieros del ejército de Australia.
Mansfield, que durante cuatro años estuvo a cargo de las operaciones de limpieza de minas realizada por la Organización de Naciones Unidas en Afganistán, explicó que el gobierno laosiano no tiene información de todos los accidentes ocurridos debido a la dificultad de las comunicaciones con gran parte del país.
Autoridades del sureño Xepon informaron a representantes del fondo fiduciario que 95 personas murieron desde 1975 y 25 resultaron heridas en ese distrito, vecino a la ruta Ho Chi Minh, a causa del estallido de minas de tierra.
"Las muertes en áreas remotas no son casi nunca comunicadas. Los funcionarios de Xepon admitieron que sólo tienen información de 13 de las 160 aldeas del distrito", puntualizó Mansfield.
El acuerdo Washington-Vientiane anuncia el arribo a Laos a fines de este mes o en mayo de 30 militares estadounidenses que colaborarán con el programa nacional de eliminación de minas explosivas subterráneas.
El grupo estadounidense llevará instrumentos de remoción, equipos de radio, vehículos y suministros médicos.
Así mismo, fuerzas especiales de Estados Unidos capacitarán a personal civil laosiano en métodos de limpieza de terrenos minados. (FIN/IPS/tra-en/an/cpg/ff/ip/96).