La desaparición de un diplomático ruandés en Kenia, mientras se hallaba bajo custodia policial, produce una nueva irritación en las ya incómodas relaciones entre estos dos países africanos.
La oficina del presidente de Ruanda, Pascal Bizimungu, emitió en la noche de este martes una declaración en la que expresó la preocupación oficial por la seguridad de Francis Mugabo, un agregado de embajada que desapareció durante el fin de semana.
Según Pierre Hakizimana, encargado de negocios de Ruanda en Nairobi, "El lunes la policía sacó a Mugabo de la sede policial de Langata con destino desconocido, habiendo sido infructuosos los esfuerzos (de los diplomáticos ruandeses) por encontrarle. La policía de Langata se negó a informar de su paradero".
Mugabo fue arrestado el 26 de febrero por su supuesto papel en el intento de asesinato de Seth Sendashonga, ex ministro del Interior de Ruanda, quien renunció al cargo el año pasado por no poder evitar las atrocidades cometidas contra civiles de la mayoría hutu por el gobernante Frente Patriótico Ruandés (FPR), dominado por la etnia tutsi.
Herido junto a un sobrino que le acompañaba, Sendashonga afirmó que sus asaltantes habían sido jóvenes tutsis del FPR.
Cuatro días más tarde, el procurador general de Kenia, Amos Wako, emitió un comunicado en el que informaba que, si bien dos de los asaltantes habían desaparecido, "Mugabo fue arrestado en el lugar del hecho, en posesión de una pistola marca Jericho, su silenciador y 13 cargadores de munición de nueve milímetros.
Hakizimana afirmó que Kenia ha amenazado con clausurar la embajada de Ruanda en Nairobi si el gobierno ruandés no accede a levantar la inmunidad diplomática de Mugabo para facilitar la investigación penal del caso y, si fuera necesario, la acusación y el enjuiciamiento del diplomático.
"Negamos categóricamente nuestra participación en el intento de asesinar a Sendashonga, y además hemos protestado ante las autoridades de Kenia por la violación de la Convención de Ginebra", dijo a IPS Seth Kamanzi, alto asesor de Bizimungu para asuntos exteriores.
Ruanda exigió la repatriación de Mugabo, y aún aguarda una respuesta de Kenia acerca de su desaparición.
Este asunto es sólo la última muestra del deterioro de las relaciones entre los dos países desde que el FPR llegó al poder en Ruanda, en 1994, derrocando al gobierno dominado por extremistas hutu responsables del genocidio que cobró la vida de casi un millón de tutsis y hutus moderados. (FIN/IPS/tra-en/mn/jbk/jm/oa/arl/ip/96)
