KENIA: Derechos de homosexuales están lejos de ser reconocidos

A solo un mes de la primera convención nacional en Kenia sobre reformas constitucionales y legales, los derechos de los homosexuales no figuran en su agenda.

Tampoco es probable que sean discutidos dada la proverbial homofobia propiciada por el estado, señalaron gays y lesbianas.

Enfrentados a la lentitud gubernamental acerca de las reformas propuestas y para allanar el campo antes de las próximas elecciones generales, la convención fue convocada para el 28-30 de mayo por la oposición y la Coalicion Ciudadana por Cambios Constitucionales.

Organizaciones religiosas, grupos de mujeres, sindicatos y el sector de los negocios tratarán de aprovechar la oportunidad para imponer sus puntos de vista respecto a los cambios necesarios en Kenia. No obstante, los gays y las lesbianas quedaron afuera.

Si bien los homosexuales en Kenia son activos participantes en varios grupos que se baten por reformas constitucionales y legales, intervienen por motivos ajenos a su sexualidad.

"Los derechos de los gays todavía son una cuestión secundaria", dijo Malcolm Fabian, un activista gay. "En un país como Kenia, donde los derechos humanos básicos aún no son respetados ni aquellos de las mujeres garantizados, la idea de reclamar por los derechos de los gays va demasiado lejos".

Sin embargo, esa jerarquía de derechos es algo a lo cual algunos gays y lesbianas se oponen. Aducen que detrás del impulso por reformas políticas está la noción de libertad para todos los kenianos, incluyendo los homosexuales.

"Estoy cansada de la idea que primero logremos derechos políticos, luego que las mujeres obtengan sus garantías y recién despues, quizás, vendremos nosotras", manifesto Mumbi Ogumo, otra activista. "Esto implica que, como lesbiana, no estoy afectada por ser mujer y tampoco por la situación política en este país. El hecho es que todas esas cosas condicionan mi vida…"

"Lo que quiero decir es que haciendo fuertes declaraciones sobre mi derecho como mujer a ser libre de la violencia, eso no me protegerá de esa misma violencia como lesbiana", explicó.

"En Sudáfrica, por ejemplo, lesbianas y gays estuvieron activos en el movimiento antiapartheid, no porque eran homosexuales, sino porque la segregación racial afectaba sus vidas", añadió.

Mientras muchos países cuentan con legislaciones que prohiben la discriminación basada en la sexualidad en áreas de empleo, vivienda y acceso a servicios públicos y sociales, Sudáfrica es el único pais en el mundo que ha destacado los derechos de los homosexuales en su constitución.

"Ese tipo de garantía es muy difícil que se dé en este país, porque incluso los gays y lesbianas involucrados en procesos reformistas en Kenia mantienen oculta su sexualidad", observó.

"Una parte de mí está furiosa porque contribuímos mucho sin ningún reconocimiento", se quejó Mumbi. "No logramos reconocimiento porque debemos permanecer invisibles. Mientras muchos de mis amigos saben lo que soy, la mayoría de mis colegas lo desconocen. No quiero arriesgar mi sexualidad convirtiéndome en el comienzo y el fín de lo que soy".

Las aprensiones de ser puestos en una categoría distinta no son las unicas preocupaciones de los gays y lesbianas en Kenia. La homosexualidad masculina es criminalizada bajo las secciones 162 y 165 del Código Penal.

Las leyes son vagas y prohiben "el conocimiento carnal contra el orden natural" y, a los hombres, de cometer "cualquier acto indecente con otro varón" y, por lo tanto, discutible, comentó otro activista gay que pidió no ser identificado.

El "conocimiento carnal contra el orden natural" podría aplicarse, por ejemplo, al sexo oral o anal entre heterosexuales, al menos en teoría. En la práctica, esas leyes se aplican exclusivamente contra los gays, lamentó.

"En la mayoría de las culturas africanas, una charla abierta sobre sexo por lo general es tabú, imaginen sexo gay", comentó Fabian. Hace poco, cuando el gobierno propuso la educación sexual en las escuelas, padres y líderes religiosos se opusieron. En Kenia, la iglesia sigue siendo el pilar moral de la sociedad, y todas las denominaciones cristianas condenan la homosexualidad".

"El nivel de homofobia pública subió notablemente desde Beijing", apuntó, haciendo referencia a una declaración del presidente Daniel Arap Moi, que la homosexualidad estaba en contra de la cultura africana y no sería tolerada en Kenia, un punto de vista inmediatamente respaldado por líderes religiosos y políticos.

La declaración fué formulada en reacción a la cobertura que dieron los medios de la Cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres en Beijing el año pasado.

La prensa local ilustró el intento de incluir en la la Plataforma de Acción de Beijing, considerada una agenda occidental hecha por blancos, los derechos de las lesbianas, y afirmó que no tenían nada que ver con las realidades político-económicas de las mujeres africanas.

Las mujeres que representaron a Kenia, tanto a nivel oficial como en el Foro de las ONG, solo respondieron diciendo que el enfoque de la prensa sobre derechos de las lesbianas estaba trivializando otros temas importantes discutidos en Beijing.

"La prensa no nos brindó una cobertura justa. Sus cronistas están desinformados a un nivel básico sobre la homosexualidad", afirmó Mumbi. "Hay un rechazo absoluto a reconocer que la conducta homosexuales existe en muchas sociedades africanas".

Fabian señaló que es común una actitud que considera la homosexualidad como algo extranjero. "Es imposible encontrar a un natural de Kenia que admita abiertamente que es gay. Generalmente temen a la policía y la ley si lo hace…" (FIN/IPS/tra- en/lmw/oa/ego/hd).

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