El neto triunfo electoral de la coalición de centro izquierda (El Olivo) sobre las fuerzas derechistas lideradas por el magnate de la televisión privada, Silvio Berlusconi, marca un vuelco histórico en la vida política de Italia e impone un desafío al nuevo gobierno que asumirá el poder.
Por primera vez desde el establecimiento de la república en 1948, partidos de centro izquierda, nucleados en El Olivo y aliados con los comunistas reformados, pueden formar un gobierno que se propone ser estable en un país cuyos 54 ejecutivos anteriores duraron un promedio de ocho meses.
El líder del Olivo, el economista independiente Romano Prodi, afirmó que su gobierno cumplirá rigurosamente el programa anunciado en la campaña electoral: sanear e impulsar la economía, erradicar la corrupción, frenar el desempleo y desarrollar las empobrecidas regiones meridionales del país.
Prodi añadió el nuevo ejecutivo tambien encarará las reformas institucionales destinadas a modernizar la antiguada estructura del Estado. "Esa es una tarea de todos los italianos y por lo tanto convocaremos a la oposición para realizarla conjuntamente".
Según las proyecciones y las primeras cifras del escrutinio provisorio, la coalición de centro izquierda juntamente con el Partido Refundación Comunista (PRC) obtuvo amplia mayoría en el Senado y un espacio algo más reducido en la Cámara de Diputados.
Ese resultado desmintió las ultimas encuestas electorales del domingo, que pronosticaron un virtual empate entre El Olivo y el bloque derechista de Berlusconi, denominado Polo de la Libertad.
Los ex comunistas del Partido Democratico de Izquierda (PDC), que constituyen la principal componente del Olivo, se transformaron en la primera fuerza política del país, mientras la federalista Liga Norte, que se presentó independiente de los dos bloques, mantuvo un importante caudal de votos.
El Polo de la Libertad, cuyos dos integrantes principales son Forza Italia, el movimiento político de Berlusconi, y los neofascistas reformados de Alianza Nacional (AN), se apresuraron a calificar al PRC como un aliado incómodo para El Olivo y auguraron que le impedirá gobernar debido a la diversidad de sus programas.
El primer ministro saliente, Lamberto Dini, que se presentó dentro del Olivo con una lista propia, declaró que "el Polo plantea el problema del PRC porque no se resigna a la derrota".
El secretario del PRC, Fausto Bertinoti, reiteró que apoyará en el Parlamento la constitución del gobierno Prodi, pero no formará parte del ejecutivo sino procurará contribuir con su aporte a la solución de los acuciantes problemas nacionales.
El nuevo gobierno se propone cambiar la ley electoral y terminar con sistemaproporcional del 25 por ciento, con el cual se eligen los parlamentarios y es responsable de la falta de mayorías claras.
"Ha triunfado la coherencia, y sobre todo el énfasis en la solución de los problemas sociales como el desempleo, los sueldos, las pensiones y el desarrollo de las regiones meridionales. La gente premió un programa que tratara de aportarle soluciones", declaró Massimo D'Alema, el líder del PDS.
Los partidarios del Olivo salieron esta madrugada a las calles para celebrar la victoria, mientras los dos principales dirigentes del Polo, Berlusconi y Gianfranco Fini, el jefe de AN, guardaron silencio y evitaron mostrarse en público.
El diario de izquierda "Il Manifesto" tituló en su primera página "Buongiorno" (buendía) y su director, Valentino Parlato, manifestó que "se trata de un nuevo día para el país, una nueva etapa, y yo me siento aliviado porque la derecha fué derrotada y si critico al gobierno sé que no le hago el juego a Berlusconi."
La prensa italiana destacó el triunfo del centro izquierda en sus primeras páginas. El tabloid "La Repubblica" tituló "Venció El Olivo", el "Corriere della Sera" dijo que "Vence el centro izquierda, Olivo al gobierno", y "La Stampa" de Turín tambien destacó "Vence El Olivo". El diario del PDS, "L'Unitá", subrayó que el triunfo del Olivo representa el "El gran cambio".
El domingo votó el 82,7 por ciento de un electorado calculado en 45 millones, un tres por ciento menos que en los comicios de 1994.
Los resultados extraoficiales para la Cámara de Diputados con el sistema proporcional, según datos del Ministerio del Interior a primera hora de este lunes, en base al escrutinio de 75.339 secciones sobre un total de 91.248, dieron al PDS el 21,2 por ciento contra el 20,3 en las elecciones de 1994, Forza Italia 20,3 (21), Alianza Nacional 14,4 (13,5), Liga Norte 12,1 (8,4) y Refundación Comunista 8,5 (6,0).
Falta aún la distribución de los escaños en la cámara baja y los resultados por el sistema mayoritario, con el cual se eligen el 75 por ciento de los 630 diputados que la conforman.
Las proyecciones otorgan al Olivo y Refundación Comunista un 45,3 por ciento de los votos y entre 306 y 340 escaños, el Polo 41,1 y entre 272 y 301, la Liga Norte 9,6 y entre 23 y 32 bancas.
En el Senado, el Olivo y el PRC conquistaron la mayoría de los escaños porque El Olivo logró el 41,2 por ciento, 157 bancas que sumadas a los 10 conquistados por Refundación Comunista, le dan un total de 167. Para obtener la mayoría de la cámara alta con 315 escaños son necesarios 157.
El Polo con el 37,3 por ciento de los votos se adjudicó 116 escaños, en tanto la Liga Norte obtuvo 27. (FIN/IPS/jp/ego/ip).