El primer duelo televisivo de los líderes de las coaliciones de centroderecha y de centroizquierda, Silvio Berlusconi y Romano Prodi, que vieron 6,5 millones de personas la noche de este viernes, concluyó en empate, evaluaron hoy comentaristas políticos.
El resultado fue calificado de sorpresivo, porque la mayoría había previsto un triunfo categórico de Berlusconi por su dominio de la televisión -es propietario de los tres canales privados de alcance nacional- y su mayor experiencia en este tipo de debate.
Berlusconi, además, había acusado repetidamente a Prodi de tener miedo a una confrontación ante las cámaras y de haber huído en repetidas ocasiones.
Según el diario La Stampa de Turín, de propiedad de la empresa Fiat y uno de los tres más importantes de Italia, se registró un "empate sustancial" entre los líderes del centroderechista Polo de la Libertad y de la coalición de centroizquierda, encabezada por el ex comunista Partido Democrático de Izquierda (PDS).
La sopresa, afirma, provino de Prodi, "porque el pronóstico del primer encuentro televisivo daba a Berlusconi ganador por cuatro a cero".
Por este motivo, Prodi abandonó los estudios de la Radio y Televisión Italiana (RAI) visiblemente más satisfecho que su adversario.
"A lo mejor Berlusconi fue traicionado por una excesiva seguridad, visto que todos lo daban por vencedor, terminó por subestimar a su interlocutur", señaló La Stampa.
Prodi se preparó, en cambio, con mucha anticipación, durante dos horas diarias, con todo tipo de preguntas, preparando las respuestas a casi todos los temas de actualidad, reduciendo los imprevistos a 10 por ciento, dijo su portavoz, Silvio Sircana.
Berlusconi, por el contrario, dejó los estudios de la televisión estatal de mal humor y criticó el esquema de la transmisión, que le habría impedido desarrollar bien sus ideas.
En un enfrentamiento anterior con el líder del PDS, Massimo D'Alema, aseguró que habia ganado tres a uno, pero esta vez no estableció ninguna comparación futbolística.
El programa duró dos horas, pero Berlusconi y Prodi se enfrentaron sólo durante una y después intervinieron dirigentes de ambas coaliciones, a menudo todos al mismo tiempo, creando una gran confusión e impediendo en muchas oportunidades entender lo que decían.
El segundo y último enfrentamiento, esta vez sólo entre los dos líderes, se producira el miércoles próximo, cuatro días antes de los comicios parlamentarios del domingo 21, en uno de los tres canales de Berlusconi.
El diario romano La Repubblica, el segundo en ventas y de gran influencia, sostuvo que en el "teledesafío" se produjo una sorpresa: "Prodi al ataque y Berlusconi a contra pie".
El periódico también recurrió a la metáfora futbolística y señaló que Prodi "jugó bien y obligó al presidente del (club de fútbol) Milan a colocarse a la defensiva".
Los temas tratados fueron sustancialmente dos: el Estado social, en particular la salud, y la justicia.
Berlusconi negó que se propusiera poner punto final al estado social, una de las conquistas sindicales italianas, aunque dijo que se debía reorganizar mejor y hacerla menos extensiva a sectores que no lo merecen.
Sobre la justicia, Berlusconi reiteró sus ataques a los jueces que hacen política, mientras Prodi sostuvo que se debía respetar la independencia de la magistratura.
Sin embargo, fueron sobre todo los ataques politicos y personales los que caracterizaron el programa.
Prodi acusó a Berlusconi de haber tenido éxito como empresario en Italia, donde posee el segundo mayor grupo económico privado del país, gracias a los apoyos políticos, mientras había fracasaso en Francia y España, donde abrió también canales de televisión.
El líder del Polo de la Libertaed, por su parte, acusó a Prodi de haber fracasado cuando estuvo al frente del mayor grupo económico público, el Instituto de Reconstruccion de Italia, creado tras la segunda guerra mundial para administrar las principales empresas del Estado.
El segundo y último enfrentamiento televisivo podría ser determinante en estas elecciones que las encuestas pronostican que se podría producir un empate de los dos grandes bloques políticos. (FIN/IPS/jp/ag/ip/96)