El euro, la moneda única europea, partirá en 1999 con los países que cumplan los parámetros de Maastricht y se establecerá un nuevo mecanismo de cambio, según lo acodaron hoy en Verona, Italia, los ministros de Economía de la Unión Europea (UE).
Con la sola excepción de Gran Bretaña, el Consejo de Ministros de la UE estuvo de acuerdo en partir con el euro en 1999 y en que para el año 2002 se agreguen todos los otros que no puedan hacerlo de inmediato.
Bajo la presidencia de Italia, los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales de los 15 países de la UE estuvieron de acuerdo en la necesidad de establecer un nuevo Sistema Monetario Europeo (SME), bautizado como el SME-2.
El SME-2 debería ser el mecanismo que regule el sistema de cambio entre el euro y las monedas que queden fuera. A esto se opuso Gran Bretaña, pero todos los otros paises están decididos a seguir por el camino trazado en la ciudad del norte de Italia.
De esta manera se facilitará el ingreso de los países que no lo puedan hacer en 1999, dijo el jefe del gobierno de Italia, Lamberto Dini, en la conferencia de prensa conclusiva.
El nuevo SME pretende evitar que después de 1999 Europa se divida en dos, creando los mecanismos para una relación entre el euro y las monedas que inicialmente quedaran afuera, que era el principal objetivo que se habían propuesto los ministros para esta reunión de Verona.
Todo esto, en una óptica que garantice la estabilidad monetaria, la convergencia económica y poner al reparo de posibles tensiones el mercado único.
El Tratado de Maastricht, aprobado en la ciudad holandesa de ese nombre en 1991, fijó los parámetros para formar parte de la tercera fase de la integración, la Unión Monetaria Europea (UME).
Los más importantes son el déficit fiscal, que no debe superar el tres por ciento del producto interno bruto (PIB) y la deuda pública, que no debe superar el 60 por ciento del PIB.
Luxemburgo es el único país que en estos momentos cumple con todos los parámetros, pero hay tiempo hasta 1997 para ponerse al día y varios miembros están próximos a cumplirlos, como Alemania y Francia.
Dini sostuvo que corresponderá al nuevo gobierno tomar la decisión sobre la oportunidad de proceder dentro de 1997 a una reducción de la deuda pública, de forma tal de permitir el ingreso de Italia en la UEM en 1999.
La deuda pública de Italia, de 121,1 por ciento, es del doble de lo establecido en los parámetros de Maastrciht.
El nuevo mecanismo que establecerá la relación entre el euro y las monedas que queden fuera de la UME deberá estar listo a principios de 1998, dijo el ministro de Hacienda de Alemania, Theo Waigel.
Para obtener el necesario compromiso político de parte de los gobiernos de los países que después de 1999 queden temporalmente fuera de la UME, el presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, propuso la presentación de programas de convergencia que se propongan el logro de los parámetros fijados en Maastricht. (FIN/IPS/jp/ag/if/96)