Un turista que no viera television ni leyera los diarios no se daria cuenta de que Italia vive los ultimos días de una apática y aburrida campana electoral, que anuncia la concurrencia a las urnas de 49 millones de personas.
La campana para los comicios del próximo domingo, de los que surgirá la legislatura encargada de designar nuevo gobierno, se arrastra con fatiga a su conclusion, tras desarrollarse fundamentalmente a través de la televisión y los periódicos.
Salvo los no muy numerosos carteles de propaganda, que están fijados civilmente en los lugares destinados a ellos, no se respira el aire electoral que impregna a los países latinoamericanos en caso de elecciones presidenciales, equivalentes por su importancia a las parlamentarias italianas.
Los candidatos recorren a lo ancho y a lo largo la península italiana, pero salvo en las concentraciones, no siempre densas, no se vive el clima de una eleccion, lo cual hace temer que aumente y sea decisiva la abstención, que podria superar el 20 por ciento.
El duelo anunciado con bombos y platillos entre el centroderechista Silvio Berlusconi y el centroizquierdista Romano Prodi, líderes de las dos grandes coaliciones electorales, tuvo el viernes menos audencia que una serial televisiva lacrimógena.
Los dirigentes políticos no logran vencer la apatía preelectoral, a pesar de que en los ultimos días aumentaron el calibre de sus ataques, al punto de que la prensa debe usar eufemismos para no faltar en su información "al buen gusto y las buenas maneras".
La llamada "cuestion religiosa", en un país donde el voto de los católicos ha sido tradicionalmente decisivo, constituye el último y más importante elemento de la campana aún en curso.
En una entrevista que aparecerá en el próximo número de la revista "Familia Cristiana", que con sus cinco millones de ejemplares es lejos la de mayor venta en Italia, Prodi dijo que Berlusconi ha usado sus tres canales de television para "descristianizar los modelos de vida de los italianos".
Mientras, Berlusconi, lider del Polo de la Libertad, desenterró, como en las elecciones de 1994, el peligro del "comunismo" y de la amenaza a las libertades fundamentales que representaría la moderada coalición de Prodi.
Los neocomunistas están agrupados en Refundación Comunista, que no forma parte del Olivo, el bloque de centroizquierda.
"¿Estamos seguros que si el 21 de abril gana el Olivo, tendremos aun elecciones verdaderamente libres?", preguntó Berlusconi en una manifestación de su movimiento Forza Italia, y los asistentes respondieron con un sonoro "no".
La Liga Norte, una fuerza ajena a las dos coaliciones hegemónicas, surgiría como árbitro de la situación en caso de confirmarse el pronóstico de las últimas encuestas difundidas por la prensa y tenerse un empate electoral.
Furio Gubetti, ex dirigente de la Liga Norte, admitió la presencia de "una fuerte actitud de protesta", que se canalizaría por tres caminos: la abstención, la Liga e incluso los pequeños grupos políticos.
Las encuestas, que circulan al margen de los medios de comunicación al estar prohibidas en los 20 días previos a la elección, anuncian para la Liga ocho por ciento del total de votos, y la presidenta de la Camara de Diputados, la "liguista" Irene Pivetti, asegura que su partido obtendrá al menos 10 por ciento.
En ese caso, la Liga sería decisiva y podría apoyar al centroizquierda, a cambio de la reforma de la Constitución para crear un estado federal.
Incorporada al bloque de centroderecha, la Liga Norte fue determinante del triunfo de Berlusconi en las elecciones parlamentarias de 1994, aunque también provocó la caída del gobierno del magnate de la televisión, al abandonarlo.
En vísperas de los comicios, cuando todos los candidatos acentúan las posiciones que más los acercan a sus electores, el jefe de la Liga Norte, Umberto Bossi ya no habla solamente de federialismo, sino de secesion.
Bossi propone la constitución de una nueva nación soberana, la Padania, que estaría formada por Piamonte, Lombardía y Véneto, las regiones mas ricas del desarrollado norte italiano. (FIN/IPS/jp/ff/ip/96).