INDIA: Tribunal prohibe importación de residuos tóxicos

Grupos verdes de vigilancia se atribuyeron otra gran victoria porque un tribunal indio prohibió la importación de residuos industriales tóxicos.

El dictámen del Tribunal Supremo de Delhi, emitido el miércoles pasado, siguió a la anulación por parte de la Suprema Corte de Rusia de un decreto presidencial que permitió la importación al país de materiales nucleares.

Greenpeace, que se adjudicó el suceso por la sentencia judicial de Moscú, tambien acusó al gobierno indio de cerrar un ojo -en aras de ganancias comerciales- a los riesgos sanitarios públicos y privados derivados de la importación de residuos tóxicos.

"El país no puede convertirse en un vaciadero de basura tóxica generada por otras naciones", observó el tribunal indio a altos funcionarios del Ministerio del Ambiente y de la Oficina Central de Control de Polución.

El gobierno ha sido emplazado a responder en el término de una semana cuánto tiempo le llevará implementar la orden judicial. La sentencia fué aprobada a petición de un importador cuya entrega de ceniza de plomo quedó detenida por las autoridades aduaneras indias.

La importación de residuos tóxicos para su acumulación en vaciaderos está prohibida en India, pero el gobierno la permite para uso de las industrias reprocesadoras de metales. El tribunal de Delhi dispuso que los residuos tóxicos no pueden ser traídos al pais, ni siquiera para reciclarlos.

Nueva Delhi es signataria de la Convención de Basilea, que ya tiene siete años, sobre comercio global de residuos tóxicos, la cual prohibe a las naciones ricas vaciar sus basuras a riesgo en el mundo en desarrollo.

El tratado permite a las naciones pobres comprar residuos tóxicos del Norte para su reciclaje hasta fín de año. La Convención de Basilea sobre Movimiento Transfronterizo de Residuos Peligrosos fué modificada en Ginebra en septiembre último para detener incluso las exportaciones para reciclar desde el 1 de enero de 1998.

No obstante, en la reunión de Ginebra, Nueva Delhi demandó que el tratado fijara claramente cuáles eran los residuos peligrosos para que las importaciones sin riesgo no se vieran afectadas. La conferencia reconoció la necesidad de emitir definiciones claras antes que la prohibición entre en vigor.

La industria india de metales no ferrosos depende agudamente del reciclaje de las materias primas que necesita. Arguyó que detener la importación de residuos metalíferos peligrosos obligará a movilizar la minería local, lo que podría causar daños al ambiente.

Según la Asociación India de Manufacturas de Metales No Ferrosos, el 45 por ciento de la industria metalúrgica india esta basada en el reciclaje de chatarra en 5.000 plantas que emplean a medio millón de personas.

Sin embargo, los activistas del ambiente alegaron que grandes cantidades de residuos comprados para reciclar simplemente son arrojados en vaciaderos, la mayor parte en espacios abiertos. Los residuos sin procesar, a menudo, están amalgamados con plomo, cadmio, mercurio y otros metales pesados altamente tóxicos.

Una gran parte del reciclaje es efectuado en cientos de pequeñas barracas, las cuales muy pocas están registradas y son inspeccionadas por las autoridades.

Según Greenpeace, India se ha convertido en los últimos años en el principal destino para las exportaciones de residuos tóxicos del mundo desarrollado. Durante el primer semestre de 1994 el país importó mas de 5.000 toneladas de residuos metalíferos de Australia.

Ese mismo año, Australia exportó 346 toneladas adicionales de baterías con ácido de plomo. En 1993, Estados Unidos envió 7.800 toneladas de residuos plásticos a India, como tambien 26.800 toneladas de residuos de estaño, 917 toneladas de ceniza de plomo y 14,5 toneladas de baterías con ácido de plomo usadas.

Entre enero y mayo de 1993, Gran Bretaña fletó 2.500 toneladas de residuos de cobre y 500 toneladas de residuos de plomo. Sin embargo, esas son las importaciones registradas y los activistas denunciaron que solo un décimo del trafico total es informado.

Esto provoca alarma porque ya existe suficiente evidencia médica para determinar que los residuos de plomo en el cuerpo pueden alterar el desarrollo mental de los niños, provocar cáncer e interrumpir el sistema humano de reproducción.

El año pasado, investigadores de Greenpeace visitaron y realizaron un video de las condiciones laborales en las instalaciones reprocesadoras del mayor importador indio de basura tóxica, en la ciudad central de Bhopal.

Bharat Zinc recicla residuos de ese metal y tambien de plomo procedentes de Alemania y Holanda, y es una de las pocas compañías en el país que tiene licencia del Ministerio del Ambiente para importar y procesar residuos tóxicos. No obstante, Greenpeace encontró que las medidas ecológicas y de seguridad eran inexistentes.

Documentos de embarques obtenidos por Greenpeace en Europa demostraron que Barac Zinc estaba comprando alrededor de 450 toneladas anuales a esos países. Pruebas de laboratorio en Gran Bretaña sobre muestras obtenidas en la planta de Bophal, detectaron niveles altamente tóxicos de dioxina producidos durante el reciclaje.

Un importador de residuos tóxicos debe tener un certificado de habilitación para manipular con seguridad esas sustancias, tanto del Ministerio del Ambiente como de la Oficina Central de Control de Polución.

Las Reglas para Administrar y Manipular Residuos Peligrosos, que ya tienen siete años y ratificaron el compromiso de India bajo la Convención de Basilea, prohibió la importación de basura tóxica para ser acumulada en vaciaderos. "(No obstante) la importación de esos residuos podría ser permitida como materia prima para ser procesada tras examinar caso por caso", según las normas. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/ego/en).

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